Consciente del sufrimiento que causan hablar irreflexivamente y la incapacidad de escuchar a los demás, me comprometo a hablar con afecto y a escuchar con atención para aportar alegría y felicidad a los otros y aliviar su sufrimiento.
Sabiendo que las palabras tienen el poder de provocar la felicidad o el sufrimiento, estoy decidido a hablar con veracidad, pronunciando palabras que inspiren auto-confianza, alegría y esperanza. No difundiré noticias de las que no esté seguro ni criticaré o condenaré nada de lo que no tenga la certidumbre. Me abstendré de pronunciar palabras que puedan causar división o discordia, o susceptibles de provocar la separación de la familia o la comunidad. Estoy decidido a hacer todo lo posible por reconciliar y resolver todo tipo de conflictos, por insignificantes que sean.- Dice el cuarto ejercicio de Conscienciación, y ofrece una descripción muy exacta del Habla Correcta.
La explicación clásica del Habla Correcta es:
- Hablar con veracidad; cuando algo es verde decir que es verde y no violeta.
- No hablar con una lengua viperina; no decimos una cosa a una persona y otra distinta a otra persona. Como es natural, podemos describir la verdad de diferentes maneras para ayudar a las diferentes personas que nos escuchan a comprender lo que queremos decir, pero debemos ser siempre leales a la verdad.
- No hablar con crueldad. No debemos gritar , calumniar , maldecir, fomentar el sufrimiento ni crear odio. Incluso a los que tienen buen corazón y no desean herir a los demás se les escapan a veces palabras hirientes. Cuando decimos algo inyectado de veneno, es por lo común debido a la energía de nuestros hábitos. Nuestras palabras son muy poderosas, pueden afectar seriamente a los demás.
- No exagerar ni adornar lo que decimos. No debemos dramatizar innecesariamente haciendo que las cosas parezcan mejor, peor o más extremas de lo que en realidad son. Si alguien está un poco irritado no diremos que está furioso.
La práctica del Habla Correcta consiste en intentar cambiar nuestros hábitos para que nuestras palabras surjan de la semilla de Buda que tenemos en nosotros y no de las semillas insanas que han quedado por resolver.
El Habla Correcta se basa en el Pensamiento Correcto. Las palabras son nuestros pensamientos expresados en voz alta. Como es natural, pensamos cosas que no queremos decir y parte de nuestra consciencia tiene que funcionar como filtro.
A veces, cuando llevamos sufrimiento dentro, este se manifiesta a través de palabras que decimos sin pensar. Esto sucede en especial cuando no practicamos la Atención Correcta, entonces, no somos conscientes del sufrimiento que se está acumulando en nuestro interior y decimos o escribimos cosas que no queremos decir y no sabemos de donde salieron nuestras palabras. No pretendíamos decir algo que pudiera lastimar a los demás, pero lo hacemos. Cuando los pensamientos salen de nuestra mente en forma de palabras, si van acompañados de la Atención Correcta, sabemos si lo que decimos es útil o creará problemas.
Escuchar profundamente es la base del Habla Correcta. Sea lo que sea que digamos, no hablaremos correctamente sino escuchamos con atención, porque tan solo expresaremos nuestras ideas sin tener en cuenta a la otra persona. Escuchar de manera compasiva es curativo. Cuando alguien nos escucha de ese modo sentimos cierto alivio al instante. Escuchar atentamente alimenta tanto al que habla como al que escucha. A veces solo diez minutos de escuchar atentamente pueden transformarnos y devolvernos la sonrisa. Si escuchas a alguien con actitud crítica, no se aliviará su sufrimiento.
Muchos han perdido la capacidad de escuchar y utilizar palabras afectuosas con los seres queridos. Quizá por eso es que muchos se sienten solos hasta en su propia familia y recurren al terapeuta en busca de quien los escuche. Si realmente amas a alguien, debes aprender a ser un buen oyente; puedes ser el mejor terapeuta para quienes amas si aprendes el arte de escuchar atenta y compasivamente.
Hemos perdido la capacidad de decir las cosas con calma, nos irritamos con demasiada facilidad; perdimos la capacidad de hablar con amabilidad. El Cuarto Ejercicio de Concienciación es muy importante para reestablecer la mutua comunicación.
Para que la compasión siempre esté presente en ti debes inspirar y espirar conscientemente. –Le escucho no solo porque deseo saber que hay en su interior o aconsejarle, sino porque quiero aliviar su sufrimiento- Esto se denomina escuchar compasivamente. Debes escuchar de tal forma que seas compasivo durante todo el tiempo que estés escuchando. Ese es el arte. Al margen de lo que te digan, por muy equivocada que sea la información que te transmitan y por injusto que sea su modo de ver las cosas, aunque te condenen o te echen la culpa, sigue sentado en silencio, inspirando y espirando. Mantén la compasión que sientes por esa persona. Pero si sentís que no podes escucharlo con compasión, pídele que continúe en otro momento. Si no estás en buena forma no podrás escuchar lo mejor que puedes.
A veces hablamos con tanta torpeza que provocamos nudos internos en los demás. Después decimos “Solo dije la verdad”. Puede que sea cierto, pero si nuestra manera de hablar causa sufrimiento innecesario, no es el Habla Correcta. La verdad debe presentarse de forma que los demás puedan aceptarla. Las palabras que lastiman o destruyen no son el Habla Correcta. Considera tus palabras atentamente antes de decirlas, para que sean correctas en forma y en contenido. Si no eres capaz de hablar con serenidad, ese día no hables. Abre la boca y habla sólo cuando estés seguro de poder hablar con serenidad y afecto. Debes entrenarte en ello para ser capaz de hacerlo.
Escribir cartas es como hablar. A veces una carta puede resultar más segura que hablar, porque puedes releer lo que has escrito antes de enviarla. Mientras lees lo que has escrito puedes visualizar que la otra persona recibe tu carta y evaluar si lo que has escrito es acertado y apropiado. Tu carta, para poder calificarla de Habla Correcta, debe regar las semillas de la transformación en la otra persona y despertar algo en su corazón. Si hay una frase que pueda malinterpretarse o ser causa de disgusto, escríbela de nuevo. La Atención Correcta te dice si expresas la verdad de la manera más hábil. Lee atentamente una carta antes de enviarla, porque una vez enviada no podrás recuperarla.
La compasión es la única energía que puede ayudarnos a conectar con otra persona. La persona que carece de compasión nunca puede ser feliz. Cuando observas a la persona a la que vas a enviar la carta, si puedes imaginar su sufrimiento, sentirás compasión. En el momento en que la sientas te encontrarás mejor, incluso antes de acabar la carta; y al terminarla, sabrás que la otra persona se encontrará mejor luego de leerla. Al redactar esta clase de carta reestableces la comunicación.
Al escribir un libro o un artículo podemos hacer lo mismo. Escribir es una practica profunda. Para escribir un libro debemos hacerlo con toda nuestra vida y no solo en los momentos que estamos sentados frente al escritorio.
Sin nuestro libro o artículo va a llegar a los demás, no tenemos derecho a expresar sólo nuestro propio sufrimiento si ello hace sufrir a los demás. Los productores de películas, los músicos y los escritores deben practicar el Habla Correcta para ayudar a nuestra sociedad a ir en la dirección de la paz, la alegría y la fe en la vida.
-No me preguntes mas nada. Mi esencia es inexpresable.- A medida que nuestra práctica de meditación se vuelve más profunda, quedamos cada vez menos atrapados en las palabras. Al ser capaces de practicar en silencio, somos libres como un pájaro, permanecemos en contacto con la esencia de las cosas. Para hablar concientemente debemos a veces practicar el silencio. En los momentos de silencio podemos observar con profundidad. Si escuchamos a través del silencio de nuestra mente, cada canto de pájaro y cada silbido del viento entre los pinos nos hablarán.
Las palabras y los pensamientos pueden matar. No podemos dar cabida a ninguna acción de esta índole en nuestros pensamientos o palabras. Si tienes un trabajo en el que no puedas decir la verdad, quizá deberías cambiar de empleo. Para practicar la justicia social y no explotar a los demás, debemos utilizar el Habla Correcta.
Thich Nhat Hanh
De su libro: “El corazón de las enseñanzas de Buda”.