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Blog del eBook El Maestro de la Realidad

viernes, 13 de julio de 2018

EL LAMENTO NO VIENE A CUENTO



Si permaneces dentro de una relación que te afecta, esto se debe a que tienes algún tipo de interés, acéptalo y deja de dramatizar o quejarte cuando las cosas salen mal. Lo que haces normalmente no lo haces desde el corazón, sino desde la necesidad. El preguntarte en donde se encuentra tu beneficio te permite hacerte consciente de tu verdadera motivación.

Lo que te afecta no tiene que ver con lo que te hace el otro, sino con lo que tú dejaste de hacer por ti. Eres un ser que se mueve desde la conveniencia, así que no te pido que Ames a otro, sino el que aceptes que no te Amas, pues el Amor real no alberga expectativas, no se inventa ficciones, ni pide garantías porque no las necesitas.

Cuando dices o crees hacer cosas desde el corazón, cuando pides lealtad, fidelidad u honestidad, todo esto son meras construcciones mentales que sirven para encubrir al ser manipulador que vive en ti. La mentira queda al descubierto en cuando te molesta que alguien te falle, es decir, en cuando alguien no se encuentra a la altura de tus expectativas. Sueles argumentar que las cosas las haces por amor, desde el corazón, pero esto no es cierto, al momento que te otorgas el derecho de enojarte, culpar, dramatizar o victimizarte.

Te dices cosas como “me engañaste”, te lo di todo y me fallaste, quebraste mi confianza, etc. - Toda esta telenovela que te montas es parte de la estructura de un Amor altamente condicionado, algo que no es amor, pero que te regodeas haciéndolo pasar como tal (todo lo hice por ti, por tu bien, porque te quiero mucho)

Entendamos que no te pido a que te obligues a hacer algo que no te nace, con lo que no estás de acuerdo o a quedarte en donde no te gusta, solo te invito a que ASUMAS TU RESPONSABILIDAD EMOCIONAL y DEJES DE QUEJARTE. Nadie te hace, tú te haces... acepta que eres un gran manipulador, y que lo que haces encubre el objetivo de servirte a ti mismo bajo el barniz de un Pseudo-Amor.

Es más sano y conveniente para todos el aceptar que no amamos, que el vivir en la ficción o la necesidad por demostrar que si lo hacemos. Nuestra tendencia natural es la conveniencia no la incondicionalidad... Es por esto que un gran maestro al entender nuestra mentalidad, nos dejó la regla de oro: “No hagas a otros lo que no deseas para ti.”... Hablamos de conveniencia, no de incondicionalidad... en otros pasajes el mismo maestro hace referencia al verdadero amor cuando se le pregunta cuántas veces hay que perdonar a otro... setenta veces siete, o sea siempre. ¿Y por qué?... si preguntas el porqué, se debe a que no estás listo para poderlo entender, así que lo mejor sería que no lo hagas y sigas con tu vida solo sin culpar a los demás por tu infelicidad. (Esto ya refleja en sí mismo un mayor grado de madurez y evolución) .

Por Ari Shemoth

miércoles, 11 de julio de 2018

SE LLAMA CALMA...


Se llama calma y me costó muchas tormentas.
Se llama calma y cuando desaparece.... salgo otra vez a su búsqueda.
Se llama calma y me enseña a respirar, a pensar y repensar.
Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar.
Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría.
Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.
Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.
Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.
Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar.
Se llama calma y con nada se paga, no hay moneda de ningún color que pueda cubrir su valor cuando se hace realidad.
Se llama calma y me costó muchas tormentas y las transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar.
Se llama calma, la disfruto, la respeto y no la quiero soltar…

~ Dalai Lama

lunes, 25 de junio de 2018

LA SOLEDAD Y EL MITO DE SENTIRSE MAL


“La soledad no es estar solo, es estar vacío” (Séneca)

Una manera inconsciente pero muy popular de desvalorizarnos es considerar que es lógico sentirnos mal si estamos solos.

Tenemos un programa interno llamado ego que al operar como un juez nos aísla de nuestra identidad amorosa. Su función es mantener viva una culpa subconsciente asociada a un drama pasado cualquiera que éste sea.

Debido a que dicho programa se hace pasar por nosotros, es menester bloquearlo y tratarnos a nosotros mismos como a una persona más a la cual amamos. En vez de pensar “estoy solo”, puedo sentir “me encanta estar conmigo”; de esta manera, no te excluyes a ti mismo y te valoras. La sensación de soledad o aburrimiento es una estrategia fundamental programada para propiciar todo tipo de dependencias y, por lo tanto, ratificar una esclavitud fabricada.

La causa de esto es el miedo de mirar nuestra mente, su efecto es social. Nos definimos según un resentimiento pasado, una historia de vida o drama; si no pudimos soltarlo, proyectamos con la mirada esas causas en los demás.

Si nos aquietamos y nos volcamos al silencio meditativo, notaremos que nos insultamos por medio de juicios temerarios y sensaciones de incomodidad; luego queremos tapar esto que encontramos, y la mejor manera es salir corriendo para hacer algo con alguien.

El mito de la pareja para erradicar la sensación de soledad y la desvalorización interna es el principal lío en que nos metemos. El deleite preferido del ego es evitar el dolor y seducir a otro para que se quede con nosotros. La pareja trae problemas porque nos refleja lo que no hicimos con nosotros y que nos encantaría que otro hiciera. El hombre que se aburre consigo mismo siempre atraerá a una mujer que siente lo mismo de ella, y entre los dos tratarán de paliar lo que sienten de sí mismos. El resultado será evidente. Ni estando con la persona más feliz del mundo me volvería yo feliz si dependo del otro para sentir mi vida. En verdad, siempre hablamos de otras personas con el único propósito de proyectar el sistema de culpa inconsciente. Aun así la responsabilidad siempre significará en lo más profundo que ya nos dimos cuenta que todo sucede en nuestra mente. Esta es la  llave. La práctica meditativa para encontrarnos a nosotros mismos es anterior al casamiento. Integrarnos mentalmente es la base de todas nuestras expresiones externas incluida la pareja.

Puede ser que una mujer esté cansada de vivir con hombres, pero también se siente muy frustrada cuando se encuentra a solas con ella misma en intimidad. Su parte masculina, valiente, fuerte y protectora está dormida. Como hombres no podemos vivir sin una mujer, no sabemos convivir con nosotros mismos. A veces nos decimos: “No puedes vivir con ella, no puedes vivir sin ella”. La parte femenina interna en el hombre, suave, comprensiva y dulce, está dormida.

Si el ser humano no se integra por dentro a través de la observación diaria de su mente, de la meditación profunda y del perdón a sí mismo, no encontrará saciedad final en su polaridad exterior, sea hombre o mujer.

Cuando la integración de la polaridad interna está consolidada, la relación con la polaridad externa produce placer; sentirás que con esa mujer o ese hombre tocas el cielo, pero también con ese árbol, en la calle, a solas y en cualquier momento y situación. La liberación estriba en que no vemos a nuestra pareja desde la necesidad interior. Al liberarnos del pasado no anhelamos ningún futuro y el presente se vuelve tal como su término lo expresa: un regalo. La persona que nos acompaña ahora pasa a ser un lujo en nuestras vidas, alguien a quien realmente disfrutamos desde nuestra sanidad interior. Pero mientras experimentes a la pareja como una necesidad sin la cual no te sientes cómodo y completo, vivirás todo tipo de resentimientos confusos que en realidad únicamente surgen de tu mente. Por lo tanto, no existen los problemas de pareja, sino que más bien son derivaciones de nuestras dependencias mentales no sanadas.
No eres feliz con tu pareja porque no eres una persona feliz.

Desde la esclavitud interior no observada, exigimos a los demás, seducimos, atacamos, nos defendemos ferozmente, insultamos, menospreciamos, degradamos a otros y culpamos, comparamos, anhelamos, nos desvalorizamos, nos volvemos estrategas de una astucia inservible y cansina. La infelicidad tiene sus obvias raíces. Lo que piensas que depositas en el afuera desemboca ineludiblemente en ti. La vuelta social que la mente inventó para depositar culpas afuera tiene sus profundas raíces en el pensamiento no observado. La desembocadura de todo pensamiento es de inmediato la mente que lo genera. Se puede decir que una persona está realmente sana cuando puede permanecer dichosa estando a solas por varios meses, en intimidad con ella misma, o con otra persona, sin culparlo ni culparse por lo que siente.

Sentirse bien con uno mismo es sentirse bien con la vida, es felicidad sin dependencias.

Las relaciones nunca suplantan la relación con uno mismo y puede ser que lo que buscamos en pareja es lo que no hacemos internamente por nosotros. Desde el punto de vista cuántico y no dual de conciencia, no hay nadie allí afuera, únicamente “otro” idéntico, neutro, inocente, pero revestido de todos mis prejuicios producto de la condensación de mis miedos.


Fuente: elciudadanoweb

lunes, 18 de junio de 2018

CARTA DE LIBERACIÓN



A mis padres los libero de sentir que conmigo no pudieron darmelo todo o que crean que han fallado. Los amo y agradezco que hayan sido instrumento de Dios para que Hoy este aquí.

Libero a mis hijos
de la necesidad de engrandecer mi ego, de querer satisfacer los deseos o metas que yo no cumplí para mi o de que se sientan obligados a enorgullecerme, les pido que escriban su propia historia según sus deseos de experimentar y lo que alegre sus corazones.

Libero a mi pareja
de la obligación de complementarme. Yo estoy completo, Nada me falta, todo esta dentro de mi y mi felicidad depende de mi. Yo aprendo y evoluciono con cada una de mis relaciones y si hemos fallado yo también he sido responsable de atraer esa situación.

Libero a mis hermanos de toda culpa que sientan por mi, o por hacerles creer que me lastimaron, o si en algún momento los ofendí, los ignoré o los negué. En ningún momento mi intención han sido la de vivir sus vidas, entorpecer sus experiencias, pensar que no podían hacerlo bien, o creerme mejor que ustedes. Los amos, consciente estoy ahora que lo están haciendo lo mejor que pueden hacerlo y confió plenamente en sus habilidades y fortalezas para labrarse la vida maravillosa que siempre han soñado para ustedes.

A mis abuelos y ancestros que se fueron encontrando
para que yo hoy aquí respire vida en nombre de ellos,
los libero de las culpas del pasado y de los deseos que no cumplieron. Consciente de que todo lo que hicieron fue lo mejor que pudieron hacer para resolver cada una de las situaciones que enfrentaron, con los recursos que tuvieron y desde el nivel de conciencia que tenían en ese momento, les honro con mi vida y haciendo de ella lo mejor que pueda para hacerla feliz, digna y prospera, los amo y reconozco a todos y cada uno de ellos.

Me contemplo ante sus miradas, y les expreso mi gratitud y todo mi amor para que sepan que no oculto ni debo nada más que ser fiel a mi mismo y a mi propia existencia, de esa manera los honro. Lo que aprendí de todos ustedes me hace ser quien soy y me permite transitar el camino de mi vida con sabiduría, consciente de que cumplo mi propio proyecto de vida, libre de lealtades familiares invisibles y visibles, libre de ataduras y creencias que puedan perturbar mi Salud, Alegría, mi Paz y Felicidad.

Renuncio al Rol de Salvador y Redentor, de ser quien une o cumple expectativas ajenas.
Aprendiendo a través y sólo a través del Amor permitiendo Ser a cada quien tal como quiere Ser y permitiéndome Ser quien verdaderamente Soy.

Bendigo la esencia mas expandida de mi Ser, la cual es Maravillosa, Espléndida y Notable (Yo Soy), que a través de mi forma única de expresarme, y aunque alguien no pueda comprenderme, Yo solo me expreso como Soy, porque sólo yo he vivido y experimentado mi propia historia, porque me conozco, se quien Soy, lo que siento, lo que hago y porqué lo hago. Me acepto, me respeto, me apruebo y responsabilizó solo por mi, con amor y comprensión.

Honro la Divinidad en mi, y en ti… Ahora quedamos libres para amarnos

jueves, 31 de mayo de 2018

RASGOS DE PERSONALIDAD DEL SIN PERDÓN


«¿Prefieres tener razón o ser feliz?». Está claro que la respuesta amorosa es elegir la felicidad en lugar de la necesidad del ego de tener razón, pero la felicidad es difícil de alcanzar cuando crees que te han hecho mucho daño.

La falta de perdón nos duele de muchas maneras desagradables. Cuando el ego nos impide perdonar, nos resulta inevitable asumir y representar ciertos arquetipos que están marcados por el temor. Estos son algunos de los rasgos de personalidad que surgen de los caminos sin perdón del ego. 

La víctima diaria: Cuando no estamos dispuestos a perdonar, nos sentimos víctimas cada día al despertar. Nos aferramos estrechamente a los dolores y resentimientos del pasado, y los repasamos en la mente una y otra vez. Este repaso automático refuerza la ilusión del ego y fortalece nuestra percepción de ser víctimas. Al final nos identificamos tanto con el papel de víctimas que empezamos a establecer esa dinámica en todas las relaciones. 

El boxeador iracundo: Cuando el ego se siente atacado, su respuesta inmediata es devolver el ataque. El ego tiene fe en el miedo y cree que estamos a merced de un mundo cruel. De modo que siempre tiene los guantes de boxeo preparados, y está en alerta para devolver el golpe. El boxeador enfadado irradia estos pensamientos y esta energía defensiva, lo que crea más experiencias negativas. Es un ciclo perverso. 

La persona cerrada y protegida: es la persona a la que el ego la ha convencido de que se cierre al mundo por temor a que le vuelvan a hacer daño. La persona cerrada tiene una vida limitada, se esconde, escapa de toda posibilidad de conflicto y evita la intimidad. Estas solo son unas pocas de las muchas formas en que la falta de perdón del ego nos mantiene maniatados en las relaciones. Abandonar la necesidad de tener razón y rendirse al perdón es la única manera de superar la pesadilla sin perdón del ego. Si de verdad queremos disfrutar de las relaciones, debemos respetarlas mediante el acto milagroso del perdón.

Cuando elegimos paz, nos quitamos los guantes de boxeo, salimos del escondrijo y empezamos a perdonar. El proceso de perdón requiere estar dispuesto a ver las cosas de otra manera. "... no se sugiere que pretendamos que no ha ocurrido nada, sino más bien que reconozcamos la experiencia del ego y elijamos percibirla con amor."

Elegir la felicidad siempre es el camino de menor resistencia. Cuando confirmas tu compromiso con la felicidad, debilitas tu fe en el resentimiento. Por último, es importante comprometerse a abandonar la mentalidad de víctima. Si quieres soltar con honestidad tus resentimientos, tienes que dejar de querer ser víctima. A menudo nos vemos atrapados en este papel porque el ego prospera en él. Superarlo requiere asumir el compromiso de ver las cosas de otra manera.


Bernstein, Gabrielle . Los milagros ocurren: 40 días que cambiarán tu vida 

jueves, 24 de mayo de 2018

LO QUE ES ADENTRO ES AFUERA


Aquellos que nos ayudan, o nos hacen tropezar, ya sea que lo sepan o no, son los sirvientes de esa ley que moldea hacia afuera, circunstancias en armonía con nuestra naturaleza interna.

Es nuestro concepto de nosotros mismos lo que nos libera o nos limita, aunque puede usar agentes materiales para lograr su propósito.

Dado a que la vida moldea el mundo externo para reflejar los arreglos internos de nuestras mentes, no hay manera de que traigamos la perfección externa que buscamos más que la de transformarnos a nosotros mismos. No hay ayuda que venga de afuera; las colinas a las que elevamos nuestros ojos son aquellas de un rango interno. Es, entonces, a nuestra conciencia a donde debemos dirigirnos como la única realidad, el único fundamento en donde todo fenómeno puede ser explicado. Podemos confiar absolutamente en la justicia de esta ley, para que nos dé solamente aquello que es de la naturaleza de nosotros mismos.

Intentar cambiar al mundo antes de que cambiemos nuestro concepto de nosotros mismos es luchar en contra de la naturaleza de las cosas.

No puede haber un cambio externo hasta que no haya primero un cambio interno. Así como es adentro, es afuera. No estoy proponiendo indiferencia filosófica, cuando estoy sugiriendo que debemos imaginarnos a nosotros mismos ya siendo aquello que queremos ser, viviendo en una atmósfera mental de grandeza, en vez de usar medios físicos y argumentos para lograr el cambio deseado.

Todo lo que hagamos, sin estar acompañado por un cambio de conciencia, es el inútil reajuste de superficies.

No importa cuánto trabajemos duro y nos esforcemos, no podemos recibir nada más de lo que nuestra asunción afirma. Protestar en contra de cualquier cosa que nos suceda a nosotros, es protestar en contra de la ley de nuestro ser y nuestra soberanía, sobre nuestro propio destino.

Las circunstancias de mi vida, están muy cercanamente relacionadas a mi concepto de mí mismo, para no ser formadas por mi propio espíritu desde algún depósito dimensionalmente más grande de mí ser. Si hay dolor en mí en estos acontecimientos, yo debería buscar la causa dentro de mí mismo, porque yo soy movido aquí y allí y hecho para vivir en un mundo en armonía con mi concepto de mí mismo.

Meditaciones intensas traen una unión con el estado contemplado, y durante esta unión vemos visiones, tenemos experiencias y nos comportamos de acuerdo con nuestro cambio de conciencia. Esto nos muestra que una transformación de conciencia resultará en un cambio de ambiente y comportamiento.

Todas las guerras prueban que las emociones violentas son extremadamente potentes en precipitar reordenamientos mentales. Cada gran conflicto ha sido seguido por una era de materialismo y avaricia, ideales por los cuales el conflicto ostentosamente había sido declarado y sumergido.

Esto es inevitable, porque la guerra evoca el odio, el cual impulsa un descenso en la conciencia, desde el plano del ideal, al nivel desde donde el conflicto fue declarado.

Si pudiéramos llegar a estar emocionalmente excitados sobre nuestros ideales tanto como nos excitamos por nuestros disgustos, ascenderíamos al plano de nuestro ideal tan fácil como ahora descendemos al nivel de nuestros odios.

El amor y el odio tienen un poder mágico transformador, y crecemos a través de ejercitarlos hacia la semejanza de lo que contemplamos.

Por intensidad de odio creamos en nosotros mismos el personaje que imaginamos en nuestros enemigos. Las cualidades mueren por falta de atención, así que los estados desagradables sería mejor que los borremos al imaginar: “belleza por cenizas, alegría por luto” (Isaías 61: 3), en lugar de ataques directos en el estado del cual quisiéramos liberarnos. “todo lo amable, todo lo honorable, en esto meditad.” (Filipenses 4: 8), porque nosotros nos convertimos en aquello con lo que estamos en relación.

No hay nada que cambiar más que nuestro concepto de nosotros mismos. Tan pronto como logremos transformar a nuestro ser, nuestro mundo se disolverá, y se remodelará a sí mismo en armonía con aquello que nuestro cambio afirma. 


Titulo original en ingles: Out of This World.. Neville, Godard

domingo, 20 de mayo de 2018

LA QUEJA



La Queja. (extracto)
Eckhart Tolle.

Una de las ocupaciones favoritas del ego es quejarse de otras personas, es muy satisfactorio, porque mientras más me quejo de alguien, mejor me siento conmigo mismo y más creo estar en lo correcto. El mundo está lleno de gente que te da muchas oportunidades para quejarte. Nunca te faltara gente de la cual quejarte y la vida te hace eso, no para molestarte, sino para hacerte más consciente. Así que todas estas personas que no están a la altura de tus expectativas, que deberían hacer exactamente lo que es correcto, y ser exactamente como deberían ser para llenar tus expectativas, están allí para crear consciencia en ti.

Tienes que estar pendiente cuando te quejes de otros o de lo que sea, incluso de cosas sencillas (como que alguien no llegó a tiempo a la cita), ver si puedes salirte del patrón de la queja. Desafortunadamente para el ego pareciera como si estuvieras hambriento, y eso es lo que es, el ego va empezar a sentir que se está encogiendo: “si no me quejo me disminuyo, no puedo expandirme si no me estoy quejando”, porque cuando te quejas creces y mientras más fuerte y emocional sea la queja más creces como un globo. Y luego puede que la ira se añada a la queja: “¡estoy harto de esta gente, ¿quiénes se creen ellos que son?!”

Practica esto. Tan pronto sientas que vas a expresar una queja puedes practicar y renunciar a hacerla y ver cómo se siente. Al principio sentirás como si te faltara algo en tu vida, y luego sentirás como va surgiendo la paz.

¿Podrías estar pensando que debes convertirte en un tonto y permitir que la gente haga lo que sea? No, cualquiera que sea la información que le tengas que expresar a alguien, puedes hacerlo sin quejarte o puedes tomar acción sin quejarte. Por ejemplo, si llamas a una persona para que te repare algo en tu casa y esa persona no se presenta, y lo llamas otra vez y te dice: “si, voy para allá a las 3” y aún así no aparece, en algún momento tendrás que decir “está bien, voy a tener que buscarme a otra persona”. Entonces puedes llamarlo y decirle: “como usted no apareció en dos o tres ocasiones voy a tener que llamar a alguien más y gracias por escuchar" (risas).

Quejarte no lo ayuda, no va hacer a esa persona mas consciente, solo fortalece la identificación con tu falso ego, ese es el único beneficio que tiene.

Así que puedes actuar, informar a alguien de esto o aquello sin quejarte de ellos. Otra cosa que ocurre cuando te quejas es que creas seudoidentidades en tu mente sobre lo que son estas personas de las que te quejas, porque cuando te quejas tu mente se convierte en lo que esa persona es. Así que lo que esa persona realmente es, queda virtualmente anulado por la queja mental que tienes de él o ella, perdiendo contacto totalmente con ese otro ser humano y el otro ser humano llega a ser totalmente “otro”, y ni siquiera te das cuenta de que comparten una esencia común, unidad, bondad… La queja mental borra por completo el resto de la persona, muy rápidamente, muy fácilmente, y esa es otra forma de perder el espacio interior, es uno de los patrones de la mente.

Agradece a toda esta gente quienes de acuerdo al juicio de la mente carecen de esto, de aquello o de todo esto y son desagradables, porque te hacen más consciente. Eso es parte de las limitaciones que encuentras. Piensa en los maestros sufíes y en el entrenamiento escogido por ellos mismos. Ahora imaginen a esa misma persona diciendo: “lo que el me hizo a mi… me convertí en esclavo, ni siquiera pagó algo para comprarme solo me tomó y ahora mira la forma en que me trata, tengo que vivir esta existencia tan miserable; esta persona no tiene ninguna consciencia, es un ser humano vil”, y podría seguir quejándose en su mente por años, lo cual seria muy satisfactorio para su ego. Luego, emergería como un ego todavía mayor diciéndote: “yo le puedo decir como son los seres humanos, ¡yo lo se!”.

Así que como practica espiritual, recomiendo no quejarse, lo cual no significa que no puedes tomar acción (ya lo sabes). No quejarse comienza por no quejarse en voz alta y si dejas de decir algo, quizá en tu mente siga ocurriendo; entonces, tienes que poner allí tu atención, viendo si hay algún progreso en tus pensamientos de queja dentro de tu cabeza. Incluso cuando hayas logrado no decirlo en voz alta, sigue alerta para ver si tu mente sigue quejándose.

Una vez que miras el pensamiento te das cuenta que ese tipo de pensamiento no hace tu vida más placentera o más alegre, no realmente, y puedes vivir sin él… la vida es mucho mejor sin él, más liviana, más clara.

jueves, 17 de mayo de 2018

LOS 10 PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD . ECKHART TOLLE:



1.- NADIE VA A DARME LA FELICIDAD, SÓLO YO PUEDO CONSEGUIRLA. En este primer pensamiento, el ser humano toma la responsabilidad de su vida e inicia una búsqueda y un esfuerzo por encontrar eso que tanto busco.

2.- YO SOY UN SER ÚNICO EN TODA LA TIERRA, NADIE ME COMPRENDE MEJOR QUE YO, Y NADIE SABE LO QUE YO NECESITO MEJOR QUE YO. En este segundo principio se dan las bases para eliminar cualquier ofensa que las personas reciban de parte de otras; cualquier comentario que deprima a una persona podrá ser nulificado bajo este principio, ya que la persona reconoce que nadie puede opinar acerca de ella, puesto que nadie la conoce mejor que ella misma.

3.- LO QUE RECIBO AHORA ES LO QUE SEMBRÉ AYER, Y LO QUE SIEMBRE AHORA SERÁ LO QUE RECIBA MAÑANA. Este tercer principio permite al ser humano reconocer que los problemas actuales son resultado de acciones incorrectas del pasado, pero que, por lo mismo, el momento presente es el indicado para ir sembrando un futuro.

4.- NI EL PASADO NI EL FUTURO PUEDEN LASTIMARME, SÓLO EL PRESENTE TIENE VALOR EN MI VIDA. Entendiendo este cuarto principio, la persona le dará todo el valor que tiene su momento presente y le restará importancia a los hechos pasados que le causan remordimientos, y a los hechos futuros que le causan angustia.

5.- SÓLO YO DECIDO LO QUE DEBO HACER EN ESTE MOMENTO. Es decir, el ser humano entiende que las influencias ajenas son tan sólo eso, influencias, y él es el único que puede decidir qué hacer en ese instante.

6.- SÓLO EN EL AMOR Y EN LA PAZ INTERIOR PUEDO TOMAR LAS DECISIONES CORRECTAS. Es decir, si hemos de actuar en el tiempo presente, tendremos que hacerlo en paz y con amor, pues de esta manera, las acciones que tomemos estarán inspiradas en nuestra más alta capacidad tanto de servicio como de inteligencia.

7.- EN MIS DECISIONES TOMARÉ SIEMPRE EN CUENTA EL BENEFICIO DE LOS DEMÁS. Es decir, tomaré aquellas decisiones que beneficien a la mayor cantidad de personas; de esta forma, mi vida se estará encaminando hacia la más alta gloria que es la de recibir la compensación por el servicio prestado a los demás.

8.- MI CARA ES EL REFLEJO DE MI ESTADO INTERIOR. Es decir, cuidemos siempre el aspecto de nuestro rostro, adornémoslo siempre con la sonrisa, y que los ojos se encuentren siempre prestos a mandar una mirada de amor, porque de esta forma estaremos reflejando la serena armonía de quien ha aprendido a caminar en el sendero de la felicidad.

9.- SOY UNA PERSONA AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD. Es decir, todo lo que yo haga, todo lo que yo diga, todo lo que yo piense o sienta, servirá para gloria de la humanidad, o bien, para perdición de ella.

10.- YO TENGO UNA MISIÓN EN LA VIDA, SER FELIZ Y HACER FELIZ A LOS DEMÁS. Este último principio da sentido a nuestra existencia, y, a la vez, orienta nuestros esfuerzos hacia el beneficio de toda la humanidad.

Fuente: https://www.linkedin.com/pulse/los-10-principios-de-la-felicidad-eckhart-tolle-marc-clusa/

miércoles, 9 de mayo de 2018

EL HABLA CORRECTA



Consciente del sufrimiento que causan hablar irreflexivamente y la incapacidad de escuchar a los demás, me comprometo a hablar con afecto y a escuchar con atención para aportar alegría y felicidad a los otros y aliviar su sufrimiento. 

Sabiendo que las palabras tienen el poder de provocar la felicidad o el sufrimiento, estoy decidido a hablar con veracidad, pronunciando palabras que inspiren auto-confianza, alegría y esperanza. No difundiré noticias de las que no esté seguro ni criticaré o condenaré nada de lo que no tenga la certidumbre. Me abstendré de pronunciar palabras que puedan causar división o discordia, o susceptibles de provocar la separación de la familia o la comunidad. Estoy decidido a hacer todo lo posible por reconciliar y resolver todo tipo de conflictos, por insignificantes que sean.- Dice el cuarto ejercicio de Conscienciación, y ofrece una descripción muy exacta del Habla Correcta.

La explicación clásica del Habla Correcta es:
  • Hablar con veracidad; cuando algo es verde decir que es verde y no violeta.
  • No hablar con una lengua viperina; no decimos una cosa a una persona y otra distinta a otra persona. Como es natural, podemos describir la verdad de diferentes maneras para ayudar a las diferentes personas que nos escuchan a comprender lo que queremos decir, pero debemos ser siempre leales a la verdad.
  • No hablar con crueldad. No debemos gritar , calumniar , maldecir, fomentar el sufrimiento ni crear odio. Incluso a los que tienen buen corazón y no desean herir a los demás se les escapan a veces palabras hirientes. Cuando decimos algo inyectado de veneno, es por lo común debido a la energía de nuestros hábitos. Nuestras palabras son muy poderosas, pueden afectar seriamente a los demás.
  • No exagerar ni adornar lo que decimos. No debemos dramatizar innecesariamente haciendo que las cosas parezcan mejor, peor o más extremas de lo que en realidad son. Si alguien está un poco irritado no diremos que está furioso.

La práctica del Habla Correcta consiste en intentar cambiar nuestros hábitos para que nuestras palabras surjan de la semilla de Buda que tenemos en nosotros y no de las semillas insanas que han quedado por resolver.

El Habla Correcta se basa en el Pensamiento Correcto. Las palabras son nuestros pensamientos expresados en voz alta. Como es natural, pensamos cosas que no queremos decir y parte de nuestra consciencia tiene que funcionar como filtro.

A veces, cuando llevamos sufrimiento dentro, este se manifiesta a través de palabras que decimos sin pensar. Esto sucede en especial cuando no practicamos la Atención Correcta, entonces, no somos conscientes del sufrimiento que se está acumulando en nuestro interior y decimos o escribimos cosas que no queremos decir y no sabemos de donde salieron nuestras palabras. No pretendíamos decir algo que pudiera lastimar a los demás, pero lo hacemos. Cuando los pensamientos salen de nuestra mente en forma de palabras, si van acompañados de la Atención Correcta, sabemos si lo que decimos es útil o creará problemas.

Escuchar profundamente es la base del Habla Correcta. Sea lo que sea que digamos, no hablaremos correctamente sino escuchamos con atención, porque tan solo expresaremos nuestras ideas sin tener en cuenta a la otra persona. Escuchar de manera compasiva es curativo. Cuando alguien nos escucha de ese modo sentimos cierto alivio al instante. Escuchar atentamente alimenta tanto al que habla como al que escucha. A veces solo diez minutos de escuchar atentamente pueden transformarnos y devolvernos la sonrisa. Si escuchas a alguien con actitud crítica, no se aliviará su sufrimiento.

Muchos han perdido la capacidad de escuchar y utilizar palabras afectuosas con los seres queridos. Quizá por eso es que muchos se sienten solos hasta en su propia familia y recurren al terapeuta en busca de quien los escuche. Si realmente amas a alguien, debes aprender a ser un buen oyente; puedes ser el mejor terapeuta para quienes amas si aprendes el arte de escuchar atenta y compasivamente.

Hemos perdido la capacidad de decir las cosas con calma, nos irritamos con demasiada facilidad; perdimos la capacidad de hablar con amabilidad. El Cuarto Ejercicio de Concienciación es muy importante para reestablecer la mutua comunicación.

Para que la compasión siempre esté presente en ti debes inspirar y espirar conscientemente. –Le escucho no solo porque deseo saber que hay en su interior o aconsejarle, sino porque quiero aliviar su sufrimiento- Esto se denomina escuchar compasivamente. Debes escuchar de tal forma que seas compasivo durante todo el tiempo que estés escuchando. Ese es el arte. Al margen de lo que te digan, por muy equivocada que sea la información que te transmitan y por injusto que sea su modo de ver las cosas, aunque te condenen o te echen la culpa, sigue sentado en silencio, inspirando y espirando. Mantén la compasión que sientes por esa persona. Pero si sentís que no podes escucharlo con compasión, pídele que continúe en otro momento. Si no estás en buena forma no podrás escuchar lo mejor que puedes.

A veces hablamos con tanta torpeza que provocamos nudos internos en los demás. Después decimos “Solo dije la verdad”. Puede que sea cierto, pero si nuestra manera de hablar causa sufrimiento innecesario, no es el Habla Correcta. La verdad debe presentarse de forma que los demás puedan aceptarla. Las palabras que lastiman o destruyen no son el Habla Correcta. Considera tus palabras atentamente antes de decirlas, para que sean correctas en forma y en contenido. Si no eres capaz de hablar con serenidad, ese día no hables. Abre la boca y habla sólo cuando estés seguro de poder hablar con serenidad y afecto. Debes entrenarte en ello para ser capaz de hacerlo.

Escribir cartas es como hablar. A veces una carta puede resultar más segura que hablar, porque puedes releer lo que has escrito antes de enviarla. Mientras lees lo que has escrito puedes visualizar que la otra persona recibe tu carta y evaluar si lo que has escrito es acertado y apropiado. Tu carta, para poder calificarla de Habla Correcta, debe regar las semillas de la transformación en la otra persona y despertar algo en su corazón. Si hay una frase que pueda malinterpretarse o ser causa de disgusto, escríbela de nuevo. La Atención Correcta te dice si expresas la verdad de la manera más hábil. Lee atentamente una carta antes de enviarla, porque una vez enviada no podrás recuperarla.

La compasión es la única energía que puede ayudarnos a conectar con otra persona. La persona que carece de compasión nunca puede ser feliz. Cuando observas a la persona a la que vas a enviar la carta, si puedes imaginar su sufrimiento, sentirás compasión. En el momento en que la sientas te encontrarás mejor, incluso antes de acabar la carta; y al terminarla, sabrás que la otra persona se encontrará mejor luego de leerla. Al redactar esta clase de carta reestableces la comunicación.

Al escribir un libro o un artículo podemos hacer lo mismo. Escribir es una practica profunda. Para escribir un libro debemos hacerlo con toda nuestra vida y no solo en los momentos que estamos sentados frente al escritorio.

Sin nuestro libro o artículo va a llegar a los demás, no tenemos derecho a expresar sólo nuestro propio sufrimiento si ello hace sufrir a los demás. Los productores de películas, los músicos y los escritores deben practicar el Habla Correcta para ayudar a nuestra sociedad a ir en la dirección de la paz, la alegría y la fe en la vida.

-No me preguntes mas nada. Mi esencia es inexpresable.- A medida que nuestra práctica de meditación se vuelve más profunda, quedamos cada vez menos atrapados en las palabras. Al ser capaces de practicar en silencio, somos libres como un pájaro, permanecemos en contacto con la esencia de las cosas. Para hablar concientemente debemos a veces practicar el silencio. En los momentos de silencio podemos observar con profundidad. Si escuchamos a través del silencio de nuestra mente, cada canto de pájaro y cada silbido del viento entre los pinos nos hablarán.

Las palabras y los pensamientos pueden matar. No podemos dar cabida a ninguna acción de esta índole en nuestros pensamientos o palabras. Si tienes un trabajo en el que no puedas decir la verdad, quizá deberías cambiar de empleo. Para practicar la justicia social y no explotar a los demás, debemos utilizar el Habla Correcta.



Thich Nhat Hanh
De su libro: “El corazón de las enseñanzas de Buda”.

miércoles, 2 de mayo de 2018

EL AMOR INCONDICIONAL COMO PODER


De aquellos que parecen poseer el don de atraer a sus vidas toda clase de cosas buenas, se dice que tienen un poder un tanto misterioso. La habilidad para alcanzar un estado superior del ser, donde no parece existir casi ninguna dilación entre la creación de una forma de pensamiento y la «materialización» de esta, puede verse en términos de amor incondicional y de una ausencia de exigencia o juicio sobre el mundo.

Sé que ese es un poder que está al alcance de todos nosotros cuando empezamos a adoptar los principios básicos de la manifestación espiritual. Lo que sucede es que normalmente no reconocemos la magnitud de ese poder que tenemos en virtud de nuestra capacidad para crear pensamientos y atraer, a partir de ellos, la abundancia del universo. Al pensar racionalmente en él, pensamos inmediatamente en el conflicto entre tener libre albedrío y tener un destino, un conflicto que, a menudo, soslaya la necesidad de pensar y vivir en base al amor incondicional. Nuestro cerebro izquierdo racional nos dice: «Si ya está determinado, no tengo libre albedrío y, por tanto, cualquier cosa que piense ha sido predeterminada, de modo que estoy condenado».

Echemos un rápido vistazo a la cuestión del destino, puesto que se halla incluida en el título del libro, y situémosla en un contexto diferente. El destino no está predeterminado. Tu destino lo determinas tú enteramente.

Cada momento de tu ahora existencial es el resultado de tu pensamiento previo. La idea de que todo ha sido ya dispuesto con antelación es una alucinación. Cada uno puede hacer y manifestar su propio destino.

Tu libre albedrío es el don del amor incondicional. Creas tu propio destino con ese libre albedrío, y cuando te aventuras fuera del camino del amor incondicional, vives simplemente en una ilusión. La idea de que estás separado de la voluntad de Dios te sitúa en una postura servil, de tal modo que Dios se convierte en algo contra lo que tienes que luchar o que debes temer. Evidentemente, si eso fuera cierto, Dios no podría ser al mismo tiempo todo amor.

Una vez que ha arraigado esa ilusión, te conviertes en una víctima de la vida, en lugar de participar activamente en su creación. Pierdes entonces tu capacidad para extender el amor incondicional que es la esencia de tu ser y, en lugar de eso, proyectas tu ego condicionado. En otras palabras, abandonas tu capacidad para estar en unión con la fuerza de Dios que te ha creado, y también pierdes el poder para manifestar o cocrear la vida que deseas. La vida está en conflicto con tu poder superior.

Empiezas a temer este poder superior y a actuar de forma servil. Te desencanta tu incapacidad para atraer cosas positivas y te sientes débil e impotente. Has perdido la alegría y el éxtasis que acompañan a una vida de amor incondicional.

Extraído del libro Construye tu destino, de W.Dyer 

viernes, 27 de abril de 2018

LA VERDAD QUE YACE TRAS LAS ILUSIONES


Atacarás lo que no te satisfaga, y así, no te darás cuenta de que fuiste tú mismo quien lo inventó. Tu batalla es siempre con las ilusiones. Pues la verdad que yace tras ellas es tan hermosa y tan serena en su amorosa dulzura, que si fueses consciente de ella te olvidarías por completo de tus defensas y te apresurarías a echarte en sus brazos. La verdad jamás puede ser atacada. Y tú sabías esto cuando inventaste los ídolos. Los concebiste precisamente para olvidarte de este hecho. Lo único que atacas son las ideas falsas, nunca las verdaderas. Los ídolos son todas las ideas que concebiste para llenar la brecha que tú crees se formó entre lo que es verdad y tú. Y las atacas por lo que crees que ellas representan Pero lo que yace tras ellas no puede ser atacado.

Los dioses que inventaste -opresores e incapaces de satisfacerte- son como juguetes infantiles descomunales. Un niño se asusta cuando una cabeza de madera salta de una caja de resorte al ésta abrirse repentinamente, o cuando un oso de felpa, suave y silencioso, emite sonidos al él apretarlo. Las reglas que él había establecido para las cajas de resorte y para los osos de felpa le han fallado y le han hecho perder el "control" de lo que le rodea. Ahora tiene miedo, pues pensó que las reglas lo protegían. 5Ahora tiene que aprender que las cajas y los osos no lo engañaron, ni violaron ninguna regla, y que lo ocurrido no quiere decir que su mundo se haya vuelto caótico y peligroso. Es él quien estaba equivocado. No comprendió bien qué era lo que lo mantenía a salvo y pensó que eso lo había abandonado.

La inexistente brecha se encuentra repleta de juguetes de innumerables formas. Cada uno de ellos parece violar las reglas que estableciste para él. Sin embargo, ninguno de ellos fue jamás lo que tú pensabas que era. Y así, no pueden sino dar la impresión de que violan las reglas de seguridad que estableciste, toda vez que éstas son falsas.

Mas tú no estás en peligro. Puedes reírte de los muñecos que saltan de cajas de resorte y de los juguetes que emiten sonidos, de la misma manera en que lo hace el niño que ya ha aprendido que no suponen ningún peligro para él. Sin embargo, mientras le guste jugar con ellos, seguirá percibiéndolos como si respetaran las reglas que él estableció para su propio deleite. Por lo tanto, todavía habrá reglas que dichos juguetes parecerán violar y como consecuencia de ello él se asustará. Mas ¿está él realmente a merced de sus juguetes? 1¿Y pueden éstos realmente suponer una amenaza para él?

La realidad obedece las leyes de Dios y no las reglas que tú mismo estableces. Son Sus leyes las que garantizan tu seguridad. Las ilusiones que creas con respecto a ti no obedecen ninguna ley. Parecen danzar por un rato, al compás de las leyes que tú promulgaste para ellas. Mas luego se desploman para no levantarse más. No son más que juguetes, hijo mío, de modo que no lamentes su pérdida. Su danza jamás te brindó felicidad alguna, pero tampoco eran cosas que pudiesen asustarte o mantenerte a salvo si respetaban tus reglas. Las ilusiones no deben ni apreciarse ni atacarse, sino que simplemente se deben considerar como juguetes infantiles, sin ningún significado intrínseco. Ve significado en una sola de ellas, y lo verás en todas. No veas significado en ninguna, y no podrán afectarte en absoluto.

Las apariencias engañan precisamente porque son apariencias y no la realidad. No les prestes atención sea cual sea la forma que adopten. Lo único que hacen es distorsionar la realidad y producir temor, debido a que ocultan la verdad. No ataques lo que tú mismo hiciste a fin de ser engañado, pues eso demostraría que has sido engañado. El ataque tiene el poder de hacer que las ilusiones parezcan reales. Mas en realidad no hace nada. ¿Quién podría tener miedo de un poder que no tiene efectos reales? ¿Qué podría ser dicho poder, sino una ilusión que hace que las cosas parezcan ser como él mismo? Observa calmadamente sus juguetes, y comprende que no son más que ídolos que no hacen sino danzar al compás de vanos deseos. No los veneres, pues no existen. Cuando atacas, no obstante, te olvidas de esto. El Hijo de Dios no necesita defenderse de sus sueños. Sus ídolos no suponen ninguna amenaza para él. El único error que comete es creer que son reales. Mas ¿hay algo que las ilusiones puedan lograr?

Lo único que las apariencias pueden hacer es engañar a la mente que desea ser engañada. Mas tú puedes tomar una decisión muy simple que te situará por siempre más allá del engaño. No te preocupes por cómo se va a lograr esto, pues eso no es algo que puedas entender. Pero sí verás los grandes cambios que se producirán de inmediato, una vez que hayas tomado esta simple decisión: que no deseas lo que crees que un ídolo te puede dar. Pues así es como el Hijo de Dios declara que se ha liberado de todos ellos. Y, por lo tanto, es libre.


UCDM

sábado, 21 de abril de 2018

EL OTRO NO EXISTE




Nadie te hace nada; todo te lo haces a ti mismo. La ilusión de creer que los demás te hacen algo, te mantiene cada vez más lejos de tu Ser y de tu poder interior. 

Los otros sólo vienen a mostrarte lo que todavía no has sanado, por lo tanto, los necesitas. Necesitas de ellos como un niño necesita de su madre. Sin ellos, no podrías hacer conciente lo inconsciente; no podrías evolucionar y ver las heridas que aún continúan en tu interior. Cuánto mas tiempo te quedes en la posición de víctima, más demorarás tu florecimiento. Responsabilidad total; eso se necesita en el camino espiritual para madurar y encontrar la paz.

El dolor o karma negativo que llevas en tu interior, convoca todas y cada una de las experiencias que atraviesas. Es gracias a ese dolor que llegan las personas conflictivas a tu vida. Ellos son en realidad ángeles: te están ayudando a que veas, sanes, te liberes y crezcas. Pero tú sigues preso de la terquedad; continúas mirando hacia afuera, buscando responsables por tu sufrimiento.

Si quieres construir sólo relaciones maravillosas; llenas de amor, armonía y respeto, ocúpate de tus reacciones. Tienes que pulirte y fortalecer tu estima tanto pero tanto, hasta que logres no reaccionar tal cual un títere emocional cada vez que te ofenden y devolver con amor y comprensión toda conducta ajena errónea. 

Si te escapas de las personas conflictivas, las atraerás nuevamente. Porque como te he dicho; las necesitas. Entonces te estarás en realidad escapando de ti mismo. Estas personas se irán solas cuando hayan cumplido su misión, es decir, cuando finalmente hayas sanado tu corazón herido.


Isis Pérez Rizo.

sábado, 14 de abril de 2018

DEL MIEDO AL AMOR





He visto la verdad. No es como si
la hubiera inventado con la mente.
La he visto, visto,
y la imagen viviente de ella
ha llenado mi alma para siempre...
Si en un día, una , todo pudiera
arreglarse a la vez... lo más
importante es amar

Puede que crea que lo contrario del amor es el odio. Yo no veo estas dos emociones como opuestas. De hecho, el amor y el odio con frecuencia se encuentran muy próximos. Para mí, lo contrario del amor es el miedo.

El amor y el odio son poderosas emociones que pueden darse de manera simultánea. Hay cosas que amamos. Hay cosas que odiamos.

¿Por qué fingir que no es así? Hay momentos en que amamos lo que odiamos y momentos en que odiamos lo que amamos.

Pero cuando uno tiene miedo, no tiene amor. El ego usa el miedo como medio para mantener el amor auténtico fuera de su vida. Cuando el amor no está presente en su vida, usted ha sucumbido ante el ego y permitido que el miedo entre donde el amor reside. Ha permitido que el ego reemplace a Dios.

El amor, como dijo Dostoyevski, es lo más importante de la vida.

Constituye la esencia del universo. Es el vínculo que mantiene juntas todas las cosas. Es la sustancia de tu yo superior. «Dios es amor» es una tautología, la frase tiene exactamente el mismo significado cuando se la lee hacia delante o hacia atrás.

El ego intenta mantenerle desconectado de su amorosa esencia divina, porque el interés del ego se ha concentrado en el mundo exterior. El ego tiene miedo de morir si usted comienza a desarrollar una relación con la parte interna de sí mismo. Ser capaz de amar a su ego, basado en el miedo, incluso mientras fomenta el miedo —como técnica de supervivencia—, podría constituir uno de los más difíciles retos de su búsqueda espiritual.

Provocar miedo es una táctica del ego, ya sea de su propio ego como del ego del mundo. El ego del mundo es un reflejo del poder del ego individual y de la cantidad de miedo existente. El miedo está presente cuando no sabemos que formamos parte del designio divino de Dios. El ego hace que transmitamos la energía del miedo en lugar de la energía del amor. Y esta energía del amor está presente en todos nosotros durante nuestra breve estancia en el aquí y ahora.

Aprender a gozar de amor auténtico significa abandonar la insistencia del ego de que tiene mucho que temer y de que nos encontramos en un mundo hostil. Para aprenderlo primero hay que examinar su reticencia a abrazar el amor.


ASÍ PUES, ¿QUÉ DEBE NO GUSTARLE?
La madre Teresa de Calcuta dice que el amor es el tema central de nuestra existencia. Ella escribió: «Con este propósito hemos sido creados: para amar y ser amados». Estas útiles palabras le recuerdan que comience a dominar su ego, pues usted está aquí con el propósito de amar y ser amado.

Si no está viviendo en amor, ello se debe a que tiene miedo. Necesita examinar con honradez sus miedos, y con amor. Cuando lo haga, transformará sus miedos, mediante el amor, en amor. Abrirá dentro de usted un espacio que sólo puede ser ocupado por el amor. En este espacio tiene un propósito, recorrer el camino del yo espiritual. Pero primero tiene que ver cómo sustituir el miedo por amor.

Su ego fomenta de manera constante el miedo porque teme al auténtico
amor. Este falso yo ayuda a convencerle de que, de alguna forma,
usted está incompleto. Ésa es la fuente de todos los miedos. Así
que usted, como mucha gente, intenta llenar ese vacío con las soluciones
del ego.
Temeroso de que su vacío, su ser incompleto, quede al descubierto, dedica una gran cantidad de tiempo a crear una falsa imagen de felicidad. Pero si se detuviera y llevara a cabo una valoración realista, podría percibir que el sentimiento de ser incompleto es la llamada que le hace una parte de usted mismo que ha repudiado.

¿Qué puede no gustarle de la inteligencia universal que fluye a través de usted? Darle la bienvenida al ser espiritual que usted es, tener una experiencia humana y sentir el amor que hay en ella... ¿qué puede no gustarle de eso?

El miedo a dejar al descubierto su vacío hace que busque de form constante relaciones que el ego le dice que satisfarán el anhelo que ha en su interior. Lo que sucede es que cuando se entra en una relación s está hambriento del amor que supone el yo superior. Su anhelo se encuentra enmascarado, finge ser otra cosa. No es de extrañar que tanta gente piense repetidamente que ha encontrado el amor, y repetidamente declare haberlo perdido.

Qué diferente es cuando se puede detectar el vacío interior y pensar: «¿Qué puede no gustarme? Este anhelo forma parte del ser humano y del conocimiento del amor». Entonces le hará saber al ego que el miedo no es lo que prefiere. Imagínese cómo podría ser nuestro mundo si la gente supiera que ya está completo.
¿Qué necesitaría comprar? ¿Qué tendría que poseer? ¿A quién debería impresionar? ¿A quién necesitaría llevar del brazo? Las respuestas le darán una idea de cuan a merced estamos del miedo de que somos incompletos, inaceptables, y lo inconscientes que somos de nuestra conexión divina.

El miedo que sustituye al amor no es nada más que un miedo a que nos rechacen. A la práctica totalidad de los miedos puede seguírseles la pista hasta la propia estima. Si se ama a sí mismo, será capaz de transformar sus miedos mediante el amor, y no permitirá que dirijan su vida.

Si tiene una sensación interna de estar completo, de conocer la esencia divina, el miedo se convierte en una amorosa invitación a saber más o a cambiar algo en su vida. El miedo ya no le amenazará como hacía cuando no conocía su yo superior.

Extraído del libro Tus Zonas Sagradas, de W. Dyer


viernes, 6 de abril de 2018

CONFIANZA....


La presencia de una confianza completa se manifiesta abiertamente en tu vida cuando todo aquello que piensas, sientes y haces se encuentra equilibrado y en armonía. Por el contrario, la disparidad entre pensamiento, estado emocional y comportamiento refleja un alejamiento de la actitud de confianza que intento animarte a adoptar al poner en práctica este segundo principio de la manifestación.

Examina atentamente sus pensamientos. Comprueba si esos pensamientos son totalmente congruentes con tus acciones. Decir «Creo en un cuerpo saludable» y dedicarse a comer de modo poco saludable, disuelve la confianza en uno mismo. El pensamiento, las emociones y el comportamiento congruentes constituyen fuertes indicadores de la confianza que tienes en ti mismo. Y ten en cuenta que al confiar en ti mismo, estás confiando al mismo tiempo en Dios.

Cuando uno es incongruente con sus pensamientos, está demostrando falta de confianza en la divinidad que es su propia esencia. Sé honesto contigo mismo. Identifica las incongruencias y confía en tu capacidad para trascenderlas, y atraerás así la energía que necesitas para efectuar esta transformación. Pero si te aferras a la incongruencia, si piensas una cosa y te comportas de modo poco sincero, sabotearás tu capacidad para confiar en ti mismo y también en la sabiduría infinita.

Al practicar la rendición, has de reconocer la riqueza que hay en ti, en lugar de lamentarte por tu supuesta impotencia. Al practicar la confianza espiritual, estás rindiendo tu ego y todas tus creencias alucinatorias ante un poder superior. Simplemente, te dejas llevar, sabiendo que la guía divina está siempre contigo.

· Inicia una práctica de meditación para dedicarte a contemplar el principio supremo que se encuentra más allá de las mezquindades de este mundo. Sí, estás en este mundo, pero no te hallas contaminado por él. La mente necesita y anhela serenidad. La meditación no se reduce simplemente a hacer que la mente crea que está meditando. La meditación es, literalmente, la personificación de la verdad y la confianza. La liberación se revela en la purificación de la mente.

La práctica de la meditación es una poderosa herramienta en mi vida. Soy escritor, a veces escribo durante horas y todo fluye mágicamente. Llega entonces un momento en el que ya no encuentro más palabras. Deseo escribir y no sucede nada. Por mucho que lo intente, no consigo escribir nada.

En esos momentos, he aprendido a dejar la máquina de escribir y a sentarme tranquilamente, a cerrar los ojos y rendirme. Ni siquiera sé ante qué me rindo, pero simplemente me dejo llevar e intento purificar mi mente.

Luego, al cabo de un tiempo de haberme rendido a la meditación, siento que contacto con algo que es una fuente de inspiración, y escribo entonces una página tras otra, sin tener ni la menor idea de dónde procede. Este proceso de cerrar los ojos y de serenarme, me proporciona la capacidad para conectar con esa fuente de inspiración. Y la palabra «inspiración» viene de «en espíritu».

Eso es confianza. Eso es gracia. Es saber que puedo enfrentarme literalmente a mí mismo con un espíritu de serenidad, y que atraeré hacia mí aquello que busco. Esta es la energía de la manifestación y se produce con mayor frecuencia cuando la mente está serena. Es la mente serena la que entra en contacto con la verdad.

Cuando meditamos, entramos en contacto con la parte de nosotros mismos que es verdad. El proceso de rendición nos ayuda a utilizar esta verdad en nuestras actividades cotidianas. Lo mismo sucede con la confianza.

Ríndete a ella en tus momentos de serenidad y conocerás la verdad de este principio.

Este segundo principio espiritual de la manifestación nos conduce a un lugar superior dentro de nosotros mismos. Nos aporta la confianza en algo distinto a aquello que percibimos con nuestros sentidos. Ilumina dentro de nosotros la certeza de que en este viaje hay muchas más cosas de las que se ven a simple vista, y eso nos reconforta hasta el punto de que la ansiedad y la duda dejan paso a una gran paz interior.

Cuando se confía, se sabe. Y algo que se sabe no puede verse silenciado por las opiniones contradictorias de cualquier persona con la que se encuentre. Cuando esa confianza se convierta en tu estilo de vida, serás independiente de la opinión de los demás. No necesitarás demostrarte nada ni a ti mismo ni a nadie, ni convencer a nadie de la razón de tus puntos de vista.

Serás un sabio silencioso, que se mueve a través de este plano material sabiendo que has conectado con una fuente de inspiración que te proporciona todo el sustento que necesitas. De hecho, empezarás a ver cómo este plano terrenal es en realidad una gran parte de ti mismo, mucho más de lo que hubieras podido imaginar. Y ese es precisamente el tema del tercer principio de la manifestación.


Extraído del libro Construye tu destino, de W.Dyer

jueves, 29 de marzo de 2018

NUESTRO EGO EN LUCHA CONTRA EL MOMENTO PRESENTE


El ego no puede nunca estar en consonancia con el momento presente, puesto que su propia naturaleza lo induce a resistir, menospreciar o hacer caso omiso del Ahora. 
El ego se nutre del tiempo.

El ego trata el momento presente de tres maneras: 
1. Como un medio para una finalidad.
2. Como un obstáculo.
3. Como un enemigo.

El ego ve en el momento presente un medio para obtener un fin. Sirve para llevarnos a algún momento en el futuro considerado más importante que este momento. Pero el futuro no es más que un pensamiento en la cabeza. 
En otras palabras, nunca estamos totalmente aquí porque siempre estamos ocupados tratando de llegar a algún otro lugar.

Cuando este patrón se acentúa, el momento presente es visto o tratado como si fuera un obstáculo a superar. Es allí donde surgen la impaciencia, la frustración y el estrés. Y en nuestra cultura esa es la realidad cotidiana, el estado normal de muchas personas. La Vida, la cual ocurre ahora, es vista como un "problema", y todos habitamos en un mundo lleno de problemas que debemos resolver para ser felices, sentirnos realizados o comenzar realmente a vivir.

El problema es que por cada problema que resolvemos aparece uno nuevo. Mientras veamos un obstáculo en el momento presente, los problemas no tendrán fin. 
"Seré lo que deseas que sea", dice la Vida o el Ahora. "Te trataré como tú me trates. Si me ves como un problema, eso seré para ti. Si me tratas como a un obstáculo, seré un obstáculo". (La vida es un reflejo de nuestro estado interior).

En el peor de los casos, y esto también es muy común, es que el momento presente es visto como un enemigo.

Cuando odiamos lo que hacemos, nos quejamos de nuestro entorno, maldecimos de las cosas que suceden o han sucedido; o cuando nuestro diálogo interno está lleno de lo que deberíamos o no deberíamos hacer, de acusaciones y señalamientos, entonces nos peleamos con lo que es, con aquello que de todas maneras ya es como es. Convertimos a la Vida en nuestra enemiga y ella nos dice, "si lo que quieres es guerra, guerra tendrás". 
La realidad externa, la cual es siempre el espejo de nuestro estado interior, se experimenta como algo hostil.

¿Cómo trascender una relación disfuncional con el momento presente?

Lo más importante es reconocerla en nosotros mismos, en nuestros pensamientos y en nuestros actos. 
Estamos en el presente en el momento mismo en que notamos que nuestra relación con el Ahora es disfuncional. 
Ver equivale al afloramiento de la Presencia. Tan pronto como vemos la disfunción, ésta comienza a desvanecerse.

Eckhart Tolle

sábado, 24 de marzo de 2018

ELIJO NO ACEPTAR LA CULPABILIDAD EN MI VIDA



Elijo no aceptar la culpabilidad en mi vida. Esta actitud mental crea pensamientos como: «No desperdiciaré la preciosa moneda de mi vida, mi existencia actual, inmovilizado por la culpabilidad por lo que ocurrió en el pasado».

Esta declaración exige conocer la diferencia entre a) arrepentirse de verdad y aprender del pasado, y b) pasarse la vida haciéndose reproches y sintiéndose culpable. Aprender de los propios errores y emprender acciones correctoras son prácticas espiritual y psicológicamente sanas. Hiciste algo, no te gustó cómo te sentiste después, y decides no repetir ese comportamiento. Eso no es culpabilidad. La culpabilidad aparece cuando continúas sintiéndose inmovilizado y deprimido, y esos sentimientos te impiden vivir en el presente.

Al dejarte agobiar por la culpabilidad, llenas tu energía de angustia y reproche. Te haces tantos reproches que no te sientes merecedor de recibir las bendiciones del universo o de cualquiera que forme parte de él. Los sentimientos persistentes de culpabilidad te impedirán manifestar nada que valga la pena porque estarás atrayendo hacia ti esas mismas cosas que sitúas en el universo. Cuanto mayor sea la angustia, más razones tendrás para sentirte mal y más pruebas encontrarás para demostrar que no eres merecedor de lo que deseas.

Cuando utilizas tus comportamientos del pasado para aprender de ellos y sigues adelante, al margen de lo horribles que te hayan parecido, te liberas de la negatividad que rodea esas acciones. Perdonarse a uno mismo significa que puede extender el amor hacia sí mismo, a pesar de haber percibido dolorosamente las propias deficiencias.

Una vez aprendida esta valiosa lección, buscas también el perdón de Dios. Pero si continúas abrigando el dolor en tu interior, te sentirás indigno del perdón de Dios y, en consecuencia, no podrás aceptar ninguno de tus derechos divinos, como hijo de Dios.

No importa qué es lo que no te gusta de ti mismo, incluidos tus comportamientos y tu aspecto, pero para tener éxito a la hora de la manifestación necesitas amarte a ti mismo a pesar de los defectos que puedas encontrarte. Por ejemplo, si sufres crónicamente de un exceso de peso, o eres adicto a alguna sustancia, tus frases internas de culpabilidad serán aproximadamente del siguiente tenor: «Voy a amarme realmente a mí mismo cuando finalmente alcance un peso normal», o bien: «Me valoraré verdaderamente a mí mismo como un ser humano digno cuando haya superado finalmente esta adicción de una vez por todas».

Las frases de culpabilidad no hacen sino reforzar una actitud de desmerecimiento, e inhiben el proceso de la manifestación. Tienes que cambiar estas frases y decirte a ti mismo cosas como: «Me amo a mí mismo aunque tenga exceso de peso. En primer lugar, yo no soy este exceso de peso y me niego a pensar en mí mismo en términos autodegradantes, independientemente del estado de mi cuerpo. Soy amor y extiendo ese amor a todo lo que soy». Esta misma clase de programación interna tiene que producirse en el caso de las adicciones o de cualquier otra cosa por la que te sientas culpable.

Hay 483.364 palabras en Curso de milagros. La expresión «manténte alerta» sólo aparece una vez:

«Manténte alerta ante la tentación de verte a ti mismo como injustamente tratado». La advertencia alude a la necesidad de eliminar la culpabilidad y asumir la responsabilidad por la propia vida. Al eliminar la inclinación a revolcarse en la autocrítica, también eliminamos la idea de que nos redimiremos gracias al sufrimiento en el momento presente, y de que podemos pagar por nuestros pecados con culpabilidad. La vida no funciona de ese modo. Tus sufrimientos te mantienen en un estado de temor e inmovilidad. Y esa no es la solución para los problemas de tu vida.

Existe, sin embargo, una solución, que consiste en amarse a uno mismo y en pedir a Dios que esos «defectos» no sean más que lecciones que te permitan alcanzar un nuevo nivel espiritual. Al negarte a aceptar la idea condicionada de que la culpabilidad es buena, de que mereces sentirte culpable y de que la culpabilidad te ayudará a expiar tus pecados, refuerzas la idea de ser merecedor de cualquier deseo que quieras manifestar en tu vida.

Extraído del libro Construye tu destino, De W.Dyer

miércoles, 21 de marzo de 2018

CÓMO EVITA LA VERDAD EN SU VIDA



Este apartado no está dirigido a los creativos publicitarios ni a los que mienten en su propio provecho, cometen delitos de perjurio o practican infames engaños. Lo que aquí expongo es cómo el ego nos convence de que consultemos a nuestro falso yo en la vida cotidiana.

No estamos ante un caso en que nos engañamos a nosotros mismos, sino más bien de comportamientos e ideas heredadas que hemos adoptado.

He aquí algunas de las formas más comunes de evitar la verdad.

• Jactancia o fanfarronería. Una inclinación a atraer la atención sobre usted y a exagerar sus éxitos para que los demás le vean de una. forma positiva, como alguien especial y distinto de los demás.

• Tergiversación de los hechos. Contar los hechos como le gustaría que hubiesen ocurrido en lugar de como sucedieron en realidad. Estas mentirillas veniales o exageraciones insignificantes, cuando uno se obstina en mantenerlas, se convierten en un estilo de vida.

• Engaño para salvar la fachada o evitar la vergüenza. Argumentar con el propósito de convencer a alguien de que usted es inocente de alguna mala acción. Este tipo de engaño obliga a llevar la cuenta de lo que se dijo, a quién y cuándo. Se van sumando más tergiversaciones para que la línea argumental se sostenga.

• Creación de un futuro imaginario. Mentir sobre las perspectivas de su futuro para ocultar la verdad. Uno vive su porvenir basándose en una idea falsa. Su vida es una mentira en el presente y en el futuro.

• Exageración de los hechos para atraer atención. Un ejemplo de lo difícil que resulta abandonar estas tergiversaciones lo es esta breve historia del libro lllustrations Unlimited {Ilustraciones ilimitadas), editado por James S. Hewitt:

Una niña desarrolló un mal hábito. Siempre estaba mintiendo. En una ocasión, cuando le regalaron un San Bernardo para su cumpleaños, salió a la calle y les contó a todos sus vecinos que le habían regalado un león. La madre se la llevó aparte y le dijo:
—Te pedí que no mintieras. Vete arriba y dile a Dios que lo lamentas.
Prométele que no volverás a mentir.

La niña subió al piso superior, rezó sus oraciones, y volvió a bajar.

La madre le preguntó:

—¿Le dijiste a Dios que lo lamentas?

La niña respondió:

—Sí, lo hice. Y Dios me ha contestado que a veces también a él le resulta difícil distinguir entre mi perro y un león.

La práctica de cambiar los hechos con el propósito de impresionar a otros puede ser encantadora cuando lo hace un niño. Para los adultos, es una manera de dejarse llevar por el ego para que mantenga viva las ilusiones. Este proceder le impedirá conocer su yo superior, el cual no necesita exageraciones para sentirse importante a ojos de los demás.

• Pasar algo por alto en beneficio propio. Esta historia ilustra cómo puede funcionar esto:

A un hombre le dieron el cheque de su sueldo y advirtió que le habían pagado veinticinco dólares de más, y no le dijo nada al cajero. El cajero se dio cuenta de su error, y al siguiente día de pago dedujo los veinticinco dólares del cheque del sueldo del hombre. El hombre acudió de inmediato a ver al cajero y le dijo que en la cifra del cheque faltaba dinero. El cajero replicó:

No dijo ni una palabra la semana pasada, cuando recibió dinero de màs.

El hombre contestó:

No me importa pasar por alto un error, pero cuando sucede dos veces es el momento de decir algo. Ser honrado requiere que uno diga algo con independencia de si uno se beneficia o no del error.

• Hacer trampas deliberadas en beneficio propio. La práctica de cobrarles de más a los otros o alterar los costes y luego incluir cargos falsos parece ser una práctica normal para los que permiten que su ego les gobierne la vida.

Se ha estimado que los hospitales de Estados Unidos añaden cargos excesivos y cantidades erróneas en el 99 por ciento de sus facturas. Imagínese: ¡noventa y nueve de cada cien facturas contienen errores que favorecen al hospital!

Esta práctica es demasiado corriente en muchos negocios, así como también en la vida de muchos ciudadanos. La idea de que está bien engañar a los demás conforma una manera de ser que le mantendrá apartado de la senda de su búsqueda espiritual. Lo que se encontrará es que también los otros le engañarán a usted.

» Comportamiento machista y bravucón. La necesidad del ego de aparecer como mejor o más importante crea un comportamiento que manipula a otras personas, cuando no las asusta. La prepotencia, la fanfarronería, el pavoneo, las argucias y cosas por el estilo, son actos de engaño que el ego cree que convencerán a los demás de que usted es único y especial.

• Diálogos internos sobre lo peligroso que es el mundo. El ego se sirve de los diálogos internos para convencerle de lo peligroso que es el mundo.

Cuanto más se convenza de que el mundo es peligroso, menos capaz será de conocer a su yo espiritual. Al evitar el contacto con este yo, usted no sabrá que no corre ningún peligro y que es una criatura divina.

• Autoengaño. El ego le convence de que otros son especiales y de que usted no tiene apenas valor porque es un ser inferior. Cuando se deprime con frases en que se desprecia a sí mismo y se acobarda ante los riesgos, usted está haciendo propias las afirmaciones del ego de que es débil y carece de importancia. Esta valoración negativa e irreal le aleja de la verdad y es una estrategia del ego destinada a mantenerle apartado de su búsqueda espiritual.

Para abandonar la tendencia al engaño tiene que entender por qué permite que este argumento rija su vida. Y siempre hay consecuencias derivadas del comportamiento y los pensamientos, incluso de los basados en la falsedad.

Extraído del libro Tus Zonas Sagradas, de W.Dyer

domingo, 18 de marzo de 2018

LOS ENEMIGOS DE UN HOMBRE DE CONOCIMIENTO


Domingo, 15 de abril, 1962

Cuando me disponía a partir, decidí preguntarle una vez más por los enemigos de un hombre de conocimiento. Aduje que no podría regresar en algún tiempo y serla buena idea escribir lo que él dijese y meditar en ello mientras estaba fuera.

Titubeó un rato, pero luego comenzó a hablar.

-Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente; su intención es vaga. Espera recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender.

"Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más. Y sus pensamientos se dan de topetazos y se hunden en la nada. Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo. El conocimiento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla.

"Y así ha tropezado con el primero de sus enemigos naturales: ¡el miedo! Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre, aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda."

-¿Qué le pasa al hombre si corre por miedo?

-Nada le pasa, sólo que jamás aprenderá. Nunca llegará a ser hombre de conocimiento. Llegará a ser un maleante, o un cobarde cualquiera, un hombre inofensivo, asustado; de cualquier modo, será un hombre vencido.

Su primer enemigo habrá puesto fin a sus ansias.

-¿Y qué puede hacer para superar el miedo?

-La respuesta es muy sencilla. No debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla! Y llega un momento en que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de si. Su propósito se fortalece. Aprender no es ya una tarea aterradora.

"Cuando llega ese momento gozoso, el hombre puede decir sin duda que ha vencido a su primer enemigo natural."

-¿Ocurre de golpe, don Juan, o poco a poco?

-Ocurre poco a poco, y sin embargo el miedo se conquista rápido y de repente.

-¿Pero no volverá el hombre a tener miedo si algo nuevo le pasa?

-No. Una vez que un hombre ha conquistado el miedo, está libre de él por el resto de su vida, porque a cambio del miedo ha adquirido la claridad: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces, un hombre conoce sus deseos; sabe cómo satisfacer esos deseos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo. El hombre siente que nada está oculto,

"Y así ha encontrado a su segundo enemigo: ¡la claridad! Esa claridad de mente, tan difícil de obtener, dispersa el miedo, pero también ciega.

"Fuerza al hombre a no dudar nunca de sí. Le da la seguridad de que puede hacer cuanto se le antoje, porque todo lo que ve lo ve con claridad. Y tiene valor porque tiene claridad, y no se detiene en nada porque tiene claridad. Pero todo eso es un error; es como si viera algo claro peto incompleto. Si el hombre se rinde a esa ilusión. de poder, ha sucumbido a su segundo enemigo y será torpe para aprender. Se apurará cuando debía ser paciente, o será paciente cuando debería apurarse. Y tonteará con el aprendizaje, hasta que termine incapaz de aprender nada más.

-¿Qué pasa con un hombre derrotado en esa forma, don Juan? ¿Muere en consecuencia?

-No, no muere. Su segundo enemigo nomás ha parado en seco sus intentos de hacerse hombre de conocimiento; en vez de eso, el hombre puede volverse un guerrero impetuoso, o un payaso. Pero la claridad que tan caro ha pagado no volverá a transformarse en oscuridad y miedo. Será claro mientras viva, pero ya no aprenderá ni ansiará nada.

-Pero ¿qué tiene que hacer para evitar la derrota?

-Debe hacer lo que hizo con el miedo: debe desafiar su claridad y usarla sólo para ver, y esperar con paciencia y medir con tiento antes de dar otros pasos; debe pensar, sobre todo, que su claridad es casi un error. Y vendrá un momento en que comprenda que su claridad era sólo un punto delante de sus ojos. Y así habrá vencido a su segundo enemigo, y llegará a una posición donde nada puede ya dañarlo. Esto no será un error ni tampoco una ilusión. No será solamente un punto delante de sus ojos. Ése será el verdadero poder.

Extraído del libro Las enseñanzas de Don Juan, de Carlos Castaneda

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