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Blog del eBook El Maestro de la Realidad

jueves, 21 de diciembre de 2017

ACTUAR CON SENCILLEZ



Los verdaderos gobernantes
apenas son conocidos por sus seguidores.
Cerca de ellos se encuentran los líderes
que la gente conoce y admira;
después de éstos, aquellos a los que temen;
después de éstos, aquellos a los que desprecian.
No dar confianza
es no recibir confianza.
Cuando se hace bien el trabajo,
sin alboroto ni ostentación,
la gente corriente dice:
«¡Oh, lo hemos hecho!».

LAO ZE
(VI a.C.)

Los verdaderos líderes rara vez poseen un título.
Piensa por qué títulos se te conoce y cómo intentas vivir conforme a los mismos. Puedes tener el título de padre o de madre, que es una tremenda responsabilidad. Cuando tus hijos busquen tu consejo porque te ven como el cabeza de familia, ten presente que lo que realmente deseas es que ellos puedan decir «lo he hecho yo solo», en lugar de darte el mérito a ti. Trata de ensalzar tus cualidades de líder estando siempre alerta para no caer en el pensamiento erróneo de que los títulos te convierten en líder. Los verdaderos dirigentes no son conocidos por sus títulos. ¡Es el ego quien necesita los títulos!

Ayudar a los demás a convertirse en líderes, mientras ejercitas en ti mismo las verdaderas cualidades del liderazgo, implica hacer un gran esfuerzo para frenar la influencia del ego. Los líderes disfrutan de la confianza de los demás, que es muy distinto a gozar de los privilegios, los halagos y el poder que el ego insiste en que son signos de liderazgo. Para recibir confianza has de dar confianza.

Observa las veces que insistes en que los demás hagan las cosas a tu manera. Laoze nos dice que un líder con esta actitud es el menos eficaz y el más despreciado. Tu estilo de mando te hará decir frases amenazadoras, como: «Te castigaré si no lo haces a mi manera». Laozi nos dice que los gobernantes que se apoyan en el miedo no están cualificados para gobernar. El líder cuya motivación
es suscitar la admiración, según Laozi tampoco es un maestro en gobernar. Los que siguen este estilo dirían: «Te daré una recompensa si haces esto como yo quiero». El verdadero líder actúa de tal manera que casi pasa desapercibido en todo el proceso.
Este líder da confianza y ánimo y sabe felicitar a los demás cuando encuentran su propio camino.

Cuando nuestros legisladores nos dicen qué es lo que necesitamos, emplean la táctica del miedo para predecir terribles consecuencias o tratan de que actuemos inducidos por admiración hacia
ellos, no son verdaderos líderes. Para ser un verdadero líder se ha de permanecer en silencio y escuchar cómo el pueblo dice: «Sí, hemos sido nosotros los que hemos creado esta gran economía».

Lo mismo sucede contigo. Para ser un verdadero líder en tu vida y en la de los demás, reprime la necesidad de reconocimiento.
Guía sin poner trabas, dando confianza siempre que puedas.
Sonríe gentilmente al deseo de fama de tu ego y reconoce en silencio tu verdadero liderazgo cuando oigas decir a los demás:
«¡Oh, sí, lo hemos hecho nosotros!». 

A continuación apunto algunas sugerencias para aplicar la sabiduría de Laoze:

• Antes de actuar, detente y pregúntate si lo que vas a decir suscitará odio, temor, admiración o autoconciencia. Elige fomentar la autoconciencia.
• Actúa sobre tu deseo de ser un verdadero líder siendo eficaz de la forma más silenciosa posible. ¡Descubre a alguien que hace algo bien!
• Sé consciente de que el ego será quien te insinúe que eres un fracaso. En lugar de verte como un fracaso porque no recibes reconocimiento alguno, recuérdate que has triunfado como líder y afablemente haz saber a tu ego que ésta es la forma de tener éxito como dirigente.

Extraído del libro La Sabiduría de todos los tiempos, de W. Dyer

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