TÍTULO

Blog del eBook El Maestro de la Realidad

sábado, 8 de julio de 2017

CAPÍTULO VII : (Extracto) La herida del Rechazo


... El Maestro de la Realidad me guiaba a sanar aquella demencia ilusoria pues, desde una percepción sana mi padre siempre había estado allí cuando le llamaba, cuando le necesitaba tanto económica como emocionalmente; eso sí, sobre todo cuando ya empecé a tener familia. Era yo mismo el que me ponía la máscara huidiza para no dar explicaciones mientras en mi interior urdía mis planes para poder obtener un reconocimiento que ya tenía pero esa falsa Ilusión no me dejaba contemplar. 

Incluso el Maestro de la Realidad me proponía que reflexionase respecto a determinados patrones repetitivos en mi experiencia de vida, que más o menos se componían de los siguientes procesos: pienso que no soy reconocido por él, luchaba, me buscaba las castañas  y  así obtenía reconocimiento temporal por su parte; después iba decayendo y volviendo a periodos de escasez, pedía su ayuda y volvía a salir del bache; una vez más  salir del pozo,  así mi herida obtenía alivio ya que mi padre,  me enviaba mensajes de ánimo y de credibilidad en mis capacidades de resistencia ante las adversidades.

Nuestro ego se encarga de que no percibamos esas heridas, pero ¿por qué lo hace? La respuesta está en nosotros mismos; en el miedo que nos da el dolor y el sufrimiento de “resentir” esas experiencias que, y aquí está la clave, hemos generado nosotros mismos.

La ley del espejo nos recuerda que las personas que nos rechazan están ante nosotros para recordarnos que somos nosotros mismos los que nos rechazamos.

Pese al dolor de enfrentarme a mis propios errores, a mis propios Miedos, lo que realmente me motivaba a continuar en aquel “Hall privado de los Horrores”,  era la Fe y la firme creencia de que todas aquellas ayudas que iba recibiendo por parte del Maestro de la Realidad,  me invitaban a confiar en la llegada de un momento feliz de sanación: Mi deseo de no seguir viviendo así, pensando, sintiendo y comportándome de esa manera repetitiva.

Comenzaba a ver luz al final del túnel. 

Durante la travesía iba rodeado de Mensajeros coordinados por el Maestro de la Realidad. Sentía que cuando alguno de esos recuerdos me noqueaba, me hacían caer o hincar las rodillas, ellos estaban ahí para ayudarme a levantar, revisar los efectos y continuar el camino mediante la sanación o limpieza de todos aquellos bloqueos, aquellas ilusiones engañosas.
Unos guías hacia  mi verdadera esencia, la que me haría sentirme tal y como me merezco por ser parte de la Divinidad creadora, de la Fuente amorosa que lo orquesta todo, que lo envuelve todo.

El Maestro de la Realidad empezaba a susurrarme de nuevo una palabra, un concepto clave que ya había aparecido anteriormente pero que no había asimilado convenientemente: El Perdón

(Extracto del capítulo VII del Libro "El Maestro de la Realidad")

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en este espacio.
En breve tu comentario será revisado y publicado.

Lo + LEÍDO