El daño es imposible.Y, sin embargo, las ilusiones forjan más ilusiones.Si puedes condenar, se te puede hacer daño.Pues habrás creído que puedes hacer daño, y el derecho que te prescribes puede ahora usarse contra ti, hasta que renuncies a él por ser algo sin valor, indeseable e irreal. La ilusión dejará entonces de tener efectos,. y aquellos que parecía tener quedarán anulados. Entonces serás libre, pues la libertad es tu regalo, y ahora puedes recibir el regalo que has dado.
Condena y te vuelves un prisionero.Perdona y te liberas. Ésta es la ley que rige a la percepción. No es una ley que el conocimiento entienda, pues la libertad es parte del conocimiento. Por lo tanto, condenar es en realidad imposible. Lo que parece ser su influencia y sus efectos jamás tuvieron lugar en absoluto.No obstante, tenemos que lidiar con ellos por un tiempo como si en realidad hubiesen tenido lugar.
Las ilusiones forjan más ilusiones. Excepto una: 10Pues el perdón es la ilusión que constituye la respuesta a todas las demás ilusiones.
El perdón desvanece todos los demás sueños, y aunque en sí es un sueño, no da lugar a más sueños.
Todas las ilusiones, salvo ésta, no pueden sino multiplicarse de mil en mil. Pero con ésta, a todas las demás les llega su fin.El perdón representa el fin de todos los sueños, ya que es el sueño del despertar
No es en sí la verdad. No obstante, apunta hacia donde ésta se encuentra, y provee dirección con la certeza de Dios Mismo. Es un sueño en el que el Hijo de Dios despierta a su Ser y a su Padre, sabiendo que Ambos son uno.
El perdón es el único camino que te conduce más allá del desastre, del sufrimiento y, finalmente, de la muerte. ¿Cómo podría haber otro camino cuando éste es el plan de Dios? ¿Y por qué combatirlo, oponerse a él, hallarle mil faltas y buscar mil otras alternativas?
¿No sería más sabio alegrarte de tener en tus manos la respuesta a tus problemas? ¿No sería más inteligente darle gracias a Aquel que te ofrece la salvación y aceptar Su regalo con gratitud? ¿Y no sería muestra de bondad para contigo mismo oír Su Voz y aprender las sencillas lecciones que Él desea enseñarte en lugar de tratar de ignorar Sus palabras y sustituirlas por las tuyas?
[...]
Sólo mi propia condenación me hace daño. Sólo mi propio perdón me puede liberar.
No olvides hoy que toda forma de sufrimiento oculta algún pensamiento que niega el perdón. Y que el perdón puede sanar toda forma de dolor.
UCDM
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