Las ideas iban saliendo
de aquel mensajero tan agradable de escuchar. Me sentía absorto por lo que allí
se estaba planteando. Haciendo hincapié en las creencias que hemos ido
adquiriendo y nos han ido modelando el personaje que creemos ser, la analogía
informática expuesta era muy esclarecedora: “programas que nos dirigen”. Y esos
programas se nos van instalando más o menos en este orden:
1.-a través de
nuestros ancestros por medio del ADN, ya que no solo existe una transferencia
bioquímicas sino también de la información de lo que somos o vamos siendo
2.- desde el momento
en que fuimos concebidos, pasando por los meses de gestación en el vientre de
nuestra madre y aproximadamente hasta después de los tres años de haber nacido.
Todo ello debido a cómo se sentía nuestra
madre en esos momentos: relación con el otro progenitor, familia, entornos
varios.
3.- trasmitidos por
el entorno educacional, social, ético-moral, geográfico, medios de
comunicación, etc…
4. nuestras propias
situaciones emocionales que dejaron huella en nuestro inconsciente a lo largo
de todos nuestros periodos desde que nacimos.
En este punto
recuerdo un pasaje de otro mensajero del Maestro de la Realidad que puede
ilustra de forma sencilla pero clara lo que propone la idea de entender cómo
las creencias nos hacen percibir nuestro mundo sin prácticamente darnos cuenta:
“Determina aquellos ámbitos en los que tu vida se ve mediatizada por las disposiciones mentales predeterminadas, que hacen que tu evolución personal sea más lenta porque aquello que realmente deseas o crees no obtiene ninguna energía de tu propia singularidad” (Tu Yo sagrado .de Wayne Dyer)
Según iba procesando
la información era como si un inmenso foco fuese iluminando partes de mi
entendimiento, a las cuales jamás se les
habría pasado por la cabeza. Nunca mejor dicho, que todo esto forma parte de mi
forma de “ser” sin que yo lo supiera. Según los postulados de la conferencia,
esas creencias adheridas a mi inconsciente en muchos casos generan sustancias
mentales envenenadoras de la personalidad como son: El Miedo, la Culpa y la Obligación. Conceptos estos que ya me
traían recuerdos de una etapa anterior de mi vida donde aprendí a
identificarlos en el contexto del llamado Chantaje emocional”. Ahora me
encajaba la procedencia de estos venenos. Gracias Maestro.
Los efectos de estos
venenos de la mente, procedentes todos ellos del veneno supremo que es el Miedo
por sentirnos separados de nuestra Fuente, abarcan un amplio abanico de formas
mentales, es decir: pensamientos empapados en negatividad, sentimientos de victimismo
que a su vez nos invita a la Culpa, y
si hay Culpa, tiene que haber una
herramienta para poder gestionarla: los Juicios y por ende la Condena.
En este punto vuelvo
a hacer una pausa virtual de la conferencia.
(Extracto del capítulo IV del Libro "El Maestro de la Realidad")
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