Recuerda que nada tiene más significado que el que tú le atribuyas.
Repítelo mentalmente, en silencio, en cualquier momento de estrés o de alteración: Nada tiene más significado que el que yo le atribuyo.
Es una variante de las palabras de Shakespeare que acabamos de citar, «Nada es malo hasta que nuestros pensamientos lo hacen malo».y la primera vez que las vi expresadas de este modo fue en Un curso de milagros.
Estas diez palabras pueden cambiar toda tu manera de vivir la vida.
Pueden frenar en seco el drama. Pueden partir por la mitad la confusión y la angustia emocional.
De hecho, pueden llegar a eliminarlos por completo.
Apréndete de memoria esas diez palabras y utilízalas a modo de mantra cuando te parezca que se te está estropeando el día... o la carrera profesional, o la vida de pareja, o cualquier otra cosa que hayas preparado y trabajado con tanta dedicación. Recuerda que en muchos casos en que parece que se nos está estropeando la vida, lo que pasa es que se nos está arreglando por primera vez.
Cuando yo me alteraba por las cosas cuando era niño, mi madre me decía: «¿Qué importancia crees que tendrá esto cuando tengas noventa años?».
Esto me tranquilizaba un poco, evitando que cayera en excesos emocionales que no eran buenos para nadie, y mucho menos para mí.
«Si crees que dentro de noventa años vas a estar sentado en tu mecedora, en el porche de tu casa, preocupado por esto, preocúpate ahora. Si crees que entonces vas a estar alterado por esto, altérate ahora. Si no lo crees, déjalo sin más.» Esto es lo que me decía mi madre.
Me encanta esta palabra, «déjalo».
Déjalo...
Respira hondo y relájate.
Lo que estoy diciendo aquí es que no te precipites a ponerte en modo de «reacción» en cuanto aparezca una energía negativa. Trabaja duro contigo mismo para quedarte en el espacio de «creación». Date cuenta de que lo que estás viendo puede ser simplemente el funcionamiento de la Ley de los Opuestos, que ejerce su efecto en el Proceso de la Creación Personal. Adopta una postura de agradecimiento siempre que puedas. . . y no dudes en servirte del humor para alcanzar esa postura. Yo he descubierto que el mejor es el humor con el que te ríes de ti mismo.
Es lo mejor de todo, sin discusión. Para acabar con los reveses y el drama innecesario de mi vida, todo lo que tengo que hacer es reírme de mí mismo. Es una excelente medicina.
Extracto del libro Dios es Felicidad de Neale Donald Walsh
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