Hay un aspecto que
me gustaría resaltar y es el de la creación de expectativas. Construimos
historias en nuestra mente relacionadas con todo el posible reparto de personas
y situaciones a los que llamamos para interpretar nuestra película. Luego, la
Realidad ocupa el lugar que le pertenece
y, en muchas ocasiones, ésta no se corresponde con lo que habíamos “imaginado”,
entonces si sentimos pérdida viene el cambio de estado emocional. Pasamos de una
energía de euforia a otra más baja de ira, tristeza, depresión incluso en
algunos casos, de suicidio. En el mundo de los corredores de bolsa sucede con
cierta frecuencia.
Nos resistimos a lo
que ha sucedido. Y entonces, llega el dolor.
¿Por qué me resisto
a lo que sucede? Lo que sucede, sucede, es lo que es. La interpretación que
hagamos de ello es lo que nos puede alterar negativamente o positivamente. Por
tanto, uno puede tomar conciencia de ello y en vez de añadirle más veneno a
nuestros órganos vitales por culpa de la ira, la ansiedad de la prisa, el temor
al fracaso , en esa entrevista con un cliente, o cualquier forma del Miedo,
podemos decidir cómo trasformar esa energía.
Esa transformación
la podemos ir realizando a través de mecanismos simples, como cambiar el pensamiento como medida
express de socorro. En otros momentos más tranquilos, y de forma más profunda,
más íntima, podemos trabajar la sanación de la raíz que genera esos
pensamientos de baja energía y que nos mantiene en un estado de conciencia que
nos aprisiona.
Y no sólo nos
aprisiona y nos convertimos en títeres inconscientes, sino que además atraemos más situaciones del mismo tipo.
Ante la repetición
de los mismos patrones negativos y los mismos efectos atractores , entramos en
un convencimiento de que el mundo que vivimos es así: el mundo cruel, nuestra vida es así de molesta, deprimente,
sufridora, etc.
Éstas eran algunas
de las maneras de practicar lo propuesto por el Maestro de la Realidad y sus
Mensajeros Colaboradores, y estas “herramientas” que a mí me servían (entiendo
que el Maestro sabe qué tipo personalizado de herramienta ofrecer a cada uno de
nosotros), me ayudaban a que las enseñanzas que estaba adquiriendo, no se
quedaran en un ejercicio de intelectualidad teórico.
Una de las metas era
que me sirvieran para medir el nivel de
comprensión, las resistencias de mi ego a llevarlas a cabo y las certezas de
que “todo aquello”, realmente, iba dando
resultados. Unos resultados en forma de
certezas y sobre todo, en una disminución del nivel global de Miedo, como emoción
promotora en muchas de las percepciones cotidianas.
Doy gracias a todos
los Mensajeros por la luz que me brindaron para a través de ella, entender de
forma sencilla y desde otros enfoques,
la manera de desenmascarar ilusiones y transformarlas en realidades.
Creo que
esta dosis de buena voluntad y el hecho de poner manos a la obra, hicieron que
el Maestro de la Realidad decidiera ayudarme a subir otro peldaño más.
Extracto del Capítulo XIV del libro El Maestro de la Realidad)
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