TÍTULO

Blog del eBook El Maestro de la Realidad

viernes, 30 de junio de 2017

CAPÍTULO X (Extracto): Expectativas y traiciones




"Voy entendiendo muchos momentos en los que tuve que crearme una imagen propia y proyectada al exterior de fortaleza, responsabilidad, especial e importante. No soportaba ser traicionado por mí mismo o por los demás. En verdad, no existían “los demás” que pudieran traicionarme. En mi mente se había instalado ese programa y yo mismo construía situaciones de traición, pues eso era lo que veía en mi interior. Por tanto el resultado exterior no podía ser otro que atraer personas y circunstancias donde yo mismo afianzar la visión de un mundo traidor. Además, si yo mismo era el traidor en alguna circunstancia concreta, entraba en juego los mecanismos de mi ego para recubrir de justificaciones dicho acto, haciendo que brotaran de mi interior una buena partida de mentiras recién salidas de mi horno interno.

Un concepto muy importante que me trajo la Mensajera Lise fue el de las expectativas. Un elemento fundamental para tener un marco ilusorio de referencias con las que medir si la otra persona cumplía mis estándares y a partir de ahí, considerarla como traidora o no. En todo caso, siempre para alimentar el nivel de confianza, que es la raíz de la herida de la Traición.

El Maestro de la Realidad me invitaba a profundizar en el tema del cumplimiento o no de las ilusorias expectativas. En todos los ámbitos. Las expectativas generadas con respecto a los padres, a los hermanos, a los amigos, a la pareja, a lo hijos, a sus centro educativos, a la sanidad, al trabajo en sí, a los compañeros de trabajo, a las vacaciones, a la comida en un restaurant, a la celebración de un evento social, y así una interminable lista de áreas de aplicación.

Cuando el Maestro me mostraba la diferencia entre la Realidad y lo que proyectamos en el futuro como nuestras expectativas, me producía varias sensaciones. Por un lado me daba cuenta de tan fabuloso engaño imaginativo: “creer que”, “suponer que”, imaginar “cuándo, cómo y de qué manera”. Por otra parte, el increíble desgaste que supone en muchos de esos casos, la cantidad de esfuerzo en prever lo que pasará cuando verdaderamente uno no tiene control absolutamente de nada, aunque se cree que sí. Y finalmente, entender el resultado habitualmente doloroso y obsesivo, derivado de todo ese conjunto de ilusiones que, evidentemente, uno no puede controlar, pues además no son reales. Los cambios de estados anímicos tenían ya un buen camino para entender su procedencia. Amorosos y tiernos unos minutos y enrabietados o encolerizados minutos después si las expectativas se ven incumplidas. 

Son tantos los momentos que vienen a mi memoria que no sé cuáles escoger como muestra para los lectores y así ilustrar este asunto con ejemplos de mi propia experiencia.

Si mantengo el orden que plantee anteriormente puedo encontrar ejemplos sobre las expectativas generadas con respecto a los padres: ¿Me dieron lo que yo esperaba? ¿Les guardé y mantengo algún resentimiento?; respecto a los hermanos: ¿antepusieron sus intereses a los míos en algún tema personal, privado y además compartido?, ¿Dieron a conocer un secreto íntimo entre ambos a personas ajenas? ; Con los amigos: ¿se alinearon con supuestos “enemigos” comunes ante una situación que yo consideraba impensable que lo hicieran?, ¿trataron de tener relaciones con alguna pareja mía a mis espaldas? ; Con la pareja: ¿es siempre como espero que sea para atender mis caprichos y necesidades? , ¿Me encelo porque pienso que puede serme infiel?, Con lo hijos: ¿Son las estrellas del deporte o de cualquier actividad que mi ego necesita mostrar ante los demás?, ¿Se interesan por mí con la frecuencia e intensidad que yo espero?; con sus centro educativos: ¿Tienen el nivel apropiado para mis exigencias?, y así infinidad de preguntas relacionadas con más ámbitos de aplicación.

Uno se construye su película y los aconteceres a veces coinciden y otras muchas no. Eso me hace sufrir, porque…”yo esperaba otra cosa”.

(Extracto del capítulo X del Libro "El Maestro de la Realidad")


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