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Blog del eBook El Maestro de la Realidad

domingo, 5 de noviembre de 2017

JUEGOS FINITOS, JUEGOS INFINITOS




James Carse, en su libro Finite and Infinite Games, describe un mundo de juegos finitos en el que los ganadores y los perdedores, las reglas, los límites y el tiempo son extremadamente importantes.
En el mundo de juegos finitos, los títulos, las adquisiciones y el prestigio son primordiales. La planificación, la estrategia y el secreto son cruciales. Para convertirte en un maestro en el mundo de los juegos finitos tienes un público que conoce las reglas y que te dará una reputación. En el juego finito, ser identificado con los perdedores es terrible y peligroso. El juego finito valora los cuerpos, las cosas y las reputaciones. La pérdida última es la muerte.

En este libro, Carse explica que el resultado final del juego finito es la autoaniquilación porque las máquinas que inventamos para ayudarnos en este juego de ganadores y perdedores destruirán a los que confíen en ellas. La tecnología, el marketing, la productividad son términos para animar a los jugadores a comprar más máquinas y el valor de uno depende de cuántas máquinas posee el jugador y lo bien que las haga funcionar.

También existe el juego infinito, que puedes empezar a jugar si quieres. En este juego no hay límites; las fuerzas que permiten que las flores crezcan son infinitas y esas fuerzas no pueden ser dominadas ni controladas. El propósito del juego infinito es conseguir que haya más gente que juegue, ría, ame, baile y cante. La vida misma es infinitamente no comprensible. Estas fuerzas existían antes que nosotros y seguirán existiendo tras los límites de la muerte y el tiempo.

Mientras el jugador finito tiene que debatirse y aprender el lenguaje y las reglas para hacer funcionar todas las máquinas, el jugador infinito habla desde el corazón y sabe que las respuestas están más allá de las palabras y las explicaciones. Eso no significa que los jugadores del juego infinito no puedan jugar también juegos finitos. Pero no saben tomárselos en serio.

Es una opción. Nos hallamos en un mundo en el que el secretismo, la competencia, el miedo y las armas son parte del equipo empleado para jugar el juego finito de la vida. Sabemos que los ganadores y perdedores están sumamente valorados. Los jugadores que prefieran pasar más tiempo jugando al juego infinito también juegan al juego finito. Creo que el siguiente extracto del libro A Course in Miracles lo expresa de un modo delicioso:

Hay un modo de vivir en el mundo que no está aquí, aunque parece que sí. No cambias tu aspecto, aunque sonríes con más frecuencia. Tu frente está serena; tus ojos están tranquilos. Y los que van por el mundo como tú se reconocen en ti. Sin embargo, los que aún no han percibido el camino también te reconocerán y creerán que eres como ellos, como eras antes.

Se trata de una receta para conocer la paz de Dios incluso cuando el aspecto es de desventura y enfermedad. La opción es jugar principalmente los juegos infinitos, pero aunque también juegues a juegos finitos, niégate a tomarlos en serio. Los demás tal vez crean que lo haces en serio, pero tú sabes que no. Sabes ver tu mundo en términos de un juego infinito. Sonreirás con más frecuencia, te sentirás sereno y encontrarás las soluciones espirituales.

Extraído del libro La Fuerza del Espíritu de W.Dyer

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