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Blog del eBook El Maestro de la Realidad

jueves, 9 de noviembre de 2017

TENER-HACER-SER VS SER-HACER-TENER


A medida que nos liberamos de los estados de conciencia inferiores como el de la apatía y el miedo, entramos en el querer. Lo que antes era "no puedo" e imposible ahora se hace posible. La progresión general de los niveles de conciencia, a medida que avancemos desde el más bajo al más alto, es pasar del tener al hacer y al ser.

En los niveles inferiores de la conciencia, tenemos lo que apreciamos. Es lo que tenemos lo que queremos. Es lo que tenemos lo que valoramos. Es lo que tenemos lo que nos da nuestra propia auto- imagen de valor y posición en el mundo.

Una vez que nos hemos demostrado a nosotros mismos que podemos tenerlo, que nuestras necesidades básicas pueden ser cubiertas, que tenemos el poder para mantener nuestras propias necesidades y las de las otras personas que dependen de nosotros, la mente comienza a interesarse más en lo que hacemos.

Entonces, pasamos a un sistema social diferente en el que lo que hacemos en el mundo es la base de nuestro valor y de cómo los demás nos califican. A medida que ascendemos en amor, nuestro quehacer está cada vez menos preocupado con el servicio a uno mismo y se vuelve cada vez más orientado al servicio de los demás. 

A medida que nuestra conciencia crece, vemos que ese servicio, que está amorosamente orientado a los demás, automáticamente deriva en el cumplimiento de nuestras propias necesidades. (Esto no significa sacrificio. El servicio no es un sacrificio.) Finalmente, hemos llegado al convencimiento de que nuestras propias necesidades son cumplidas automáticamente por el universo, y nuestras acciones se convierten casi automáticamente en amor.

Llegados a este punto, ya no es lo que hacemos en el mundo, sino lo que somos lo que cuenta. Nos hemos demostrado a nosotros mismos que podemos tener lo que necesitamos, que podemos hacer casi cualquier cosa, con la disposición adecuada. Y ahora lo que somos, por nosotros mismos y para los demás, se vuelve más importante. La gente ahora busca nuestra compañía, no por lo que tenemos, no por lo que hacemos ni por las etiquetas de la sociedad, sino por aquello en lo que nos hemos convertido. Debido a la cualidad de nuestra presencia, la gente sólo quiere estar cerca de nosotros y sentirnos. Nuestra descripción social cambia.

Ya no somos la persona que tiene un apartamento de moda o un gran coche o una colección de baratijas, ni se nos etiqueta como el Presidente de esta o aquella Corporación o miembro de la Junta Directiva de ninguna organización. Ahora se nos describe como una persona espléndida, como alguien con quien la gente sólo ha de reunirse, sólo ha de conocer. Nos describen como una persona carismática.

Este nivel del ser es típico de los grupos de autoayuda. En los grupos de auto-ayuda, nadie está interesado en lo que los demás hacen en el mundo, o lo que tienen. Sólo están interesados en si hemos logrado o no ciertas metas internas, tales como las de la honestidad, la transparencia, la generosidad, el amor, la disposición a ayudar, la humildad, la sinceridad y la consciencia. Están interesados en nuestra cualidad de ser.

Extraído del libro Dejar ir:el arte de la entrega del Dr. D.Hawkins

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