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Blog del eBook El Maestro de la Realidad

martes, 9 de enero de 2018

PRIMERA FALSA CREENCIA: CUANTO MÁS, MEJOR



Cuanto más mejor es una enfermedad del siglo XX que puede ocultar el sendero de su búsqueda. ¿Se ha convertido esta creencia en parte de su vida diaria? ¿Dónde está la paz en cuanto-más-mejor?

Esta búsqueda del más lo condena a uno a una vida de constante lucha. Resulta imposible disfrutar de la vida. ¿Le han educado en esta creencia? Si ha dedicado una gran cantidad de energía vital al cuantomás- mejor, puede resultarle difícil sustraerse a esa inercia. Necesita saber si es una piedra angular de su vida.

Algunos de los indicadores de que el cuanto-más-mejor informa su vida son los siguientes: tiene que estar ocupado para sentirse satisfecho; debe ganar más dinero del que gana; ha de obtener un ascenso para demostrar su valía; necesita tener más de todo. Para cambiar esto, usted ha de descubrir y convencerse de que apenas sí necesita cosas para ser libre. Éste es el primer paso para abandonar esta espiral.

Cuanto-más-mejor le mantiene a uno anclado en el ámbito de lo físico. Con lo que el yo espiritual no tiene cabida en nuestra vida diaria.

La energía interna está concentrada en la acumulación, las adquisiciones, las recompensas, los trofeos, la aprobación y el dinero.

Algunas personas experimentan sentimientos de culpa, vergüenza, y se hacen reproches porque piensan que son haraganas e incompetentes.

Nos enseñan este juego en una etapa temprana de la vida. Ya en el colegio, buscamos conseguir notas más altas, diplomas adicionales, reconocimientos....

No hay paz en esta espiral.

La sensación de paz existe cuando uno se aparta del cuanto-másmejor.

Ello indicará que su yo espiritual está llamándole. «Los buenos y los sabios llevan vidas tranquilas», dijo Eurípides.

Que quede claro que no incluyo esta constante búsqueda del más a la cabeza de la lista porque sea intrínsecamente mala. La razón es porque le niega la paz y armonía que precisa su búsqueda sagrada. No tiene por qué convertirse en un ser inerte para tener paz. Puede abandonar la idea de cuanto-más-mejor y reemplazada por una serenidad interna que no necesita más para ser satisfactoria.

Usted ha recibido creencias de una interminable cadena de personas que han sido víctimas voluntarias durante generaciones. Cuando se despoje de estas creencias, abrirá un espacio interno que le permitirá acumular un tipo de energía diferente, energía que le dirigirá hacia la paz y no a la confusión y a una operación a corazón abierto.

Sugerencias para librarse del cuanto-más-mejor

• Relájese, relájese, relájese. Nunca lo repetirá lo bastante. Examine con cuidado cuánta energía vital utiliza en la consecución de lo que ni quiere ni necesita. Practique una vez por día el decir no al cuanto-másmejor.

Diga un muy tajante «no, no voy a perseguir eso».

En lugar de perseguir el cuanto-más-mejor, dedique tiempo a jugar co n su hijo o nieta. Lea el Nuevo Testamento en lugar de afanarse en otro objeto. Váyase a dar un largo paseo por la orilla del río en lugar de dedicar tiempo a superar a los demás.

Al liberar la energía que antes aplicaba a conseguir más, usted se libera a sí mismo para experimentar el júbilo de ser. Esto es la libertad, el escoger ser, no acumular.

Descubrirá, a medida que adopte esta actitud, que muchas cosas que antes perseguía, incluido el dinero, comenzarán a aparecer en su vida sin que las persiga. Esta es una de las grandes ironías de la vida.

• Concédase momentos de contemplación silenciosa. Trate estos momentos como algo absolutamente esencial en su rutina diaria. La práctica de la meditación o la plegaria silenciosa volverán a ponerle en contacto con Dios. Como lo expresó Mikhael Aivanhov en The Mistery of Life (El misterio de la vida), «dondequiera que no existan límites, donde existan la infinitud, la eternidad y la inmortalidad, allí está Dios».

Los momentos de contemplación le apartan de la idea de que debe tener màs.Llegará a saber que todo lo que necesita para tener una vida plàcida, placentera y llena de amor, ya lo posee, y esta conciencia impregnarà toda su vida cotidiana.

• Practique decir «paso». Cuando comience a sentir la presión de ir a por más, limítese a decir la palabra «paso». Es liberador dejar que ceda la presión por conseguir más. Después de decir esto unas cuantas veces sentirá una libertad interna. Este espacio interior quedará disponible para su yo espiritual.

• Vuelva a la naturaleza. La naturaleza es terapia. Concédase tiempo para ir a bosques, caminar por las montañas, pasear por los campos o a lo largo de la playa. El sencillo hecho de estar en contacto con la naturaleza es una forma de librarse de la enfermedad del querer más.

Pase la noche durmiendo al raso con sus hijos o un ser amado, o a solas. Mire las estrellas y sienta su lugar en la infinita magnificencia del cielo nocturno. Le garantizo que adquirirá una nueva perspectiva de la vida. Verá la belleza del mundo natural y abandonará la creencia de que la acumulación es necesaria para sentirse completo.

Añada a estas sugerencias las palabras de los Peregrinos de la Paz: «Una vida simplificada es una vida santificada». Puede ser ejecutivo de una gran empresa, cabeza de una numerosa familia, representante de ventas, director de un gran hospital, tendero de una zona comercial concurrida.. . y a pesar de eso llevar una vida santificada. Es la conciencia de un nuevo propósito lo que necesita tener, una que abandone el «cuanto más, mejor», y la reemplace por «la paz es mejor».

Extraído del libro Tus Zonas Sagradas , de W.Dyer

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