CAPITULO XII (Extracto) - PATRONES DE PODER

Siempre detrás de un diagnóstico, derivado de los efectos causados por las Ilusiones, se proporcionan métodos prácticos para poder aplicar los conocimientos adquiridos y este fue también el caso para tener en cuenta patrones de poder en las actitudes humana. Mediante estos patrones uno puede disponer de una ayuda para saber: dónde nos encontramos y hacia qué tipo de pensamientos, sentimientos y acciones deberíamos tener en cuenta para elevar los estados de conciencia en los que nos hallamos.

Los patrones de poder disponibles para poder realizar el ejercicio constan de 119 pares de cualidades contrastantes, por ejemplo:

Abundante/Excesivo	Aceptador/Rechazador
Estético/Artificial	Condescendiente/Altanero
Agradecido/Envidioso	Aprobador/Crítico
Reconocedor/Negador	Permisivo/Controlador
Atractivo/Seductor,	Autoritario/Dogmático

Y así hasta completar la lista para poder iniciar el juego de identificarse más con uno de ellos o con su par. A la izquierda están los adjetivos que describen los patrones poderosos (positivos), y a la derecha, los patrones débiles (negativos).

Me animaba a realizar el ejercicio con una motivación añadida. Así que me puse a ello, empezando por escoger en primer lugar un escenario general de aplicación, es decir, ¿Cómo me considero globalmente? 

Según iba realizando la selección de cualidades el hecho de reflexionar sobre las diferencias entre los opuestos y encontrarme en más de una ocasión con la elección de un patrón negativo, incrementaba en mí una toma de conciencia de que esa “cualidad errónea” debería comenzar a corregirla. Esos actos de tomar conciencia y el hecho de declarar mi intención de corregir las cualidades no alineadas a las frecuencias altas, iban produciendo cambios en mis percepciones inmediatas y afirmaba que de aquí en adelante seguro que muchas cosas empezarían a cambiar en mi forma de interpretar mi relación con el mundo. ¿Estaba operando mentalmente por mi cuenta o llevado por el impulso de la elevación de la conciencia? En ese momento aún no era consciente de así ha sido siempre, es en el presente y lo será en el futuro.

Lo que si iba adquiriendo poder dentro de mí era la aceptación de que todo lo que pensamos, sentimos, hablamos y hacemos tiene una respuesta , tiene un efecto en los demás seres vivos y que tarde o temprano nos viene devuelta Ya sea como una lección que aprender o una bendición que recibir. De ahí una frase que circula mucho en los ambientes espirituales que es que “cada uno se crea el infierno o el cielo”.

Extracto del capítulo XII del Libro "El Maestro de la Realidad")

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