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Blog del eBook El Maestro de la Realidad

jueves, 10 de agosto de 2017

RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS



La eficacia del mecanismo del dejar ir en la resolución de problemas a menudo es bastante sorprendente. Comprender el proceso implicado aquí es muy importante, ya que es muy diferente al de los métodos habituales del mundo. El acercamiento que da resultados rápidos y fáciles es el siguiente:

No busques respuestas; sino deja los sentimientos tras las preguntas.

Cuando hemos entregado los sentimientos tras la pregunta, podemos dejar cualquier otra sensación que también parezca que tenga que ver con el problema. Cuando por fin hemos entregado totalmente todos los componentes, la respuesta estará allí esperándonos. No tendremos que buscarla.  Considera lo simple y fácil que es, en comparación a las largas y prolongadas resoluciones de problemas habituales de la mente, y los intentos ineficaces. Por lo general la mente busca y picotea sin parar, probando a trompicones con la primera de las respuestas posibles y después de esa, con otra. La razón por la que la mente no puede decidir es porque está buscando en el lugar equivocado.

Vamos a ver cómo funciona el sistema con un ejemplo cotidiano común. Digamos que estamos en desacuerdo con nuestra pareja sobre qué película ver. Veamos cuál es el sentimiento que está detrás del problema. En este caso, digamos que nos encontramos con sentimientos de ira y resentimiento, en concreto nos sentimos resentidos por no compartir suficiente tiempo romántico juntos. Lo que realmente queremos esta noche es pasar juntos el tiempo cariñosamente. A medida que nos permitimos estar bien con nosotros mismos, lo que realmente queremos es la unión afectiva, y de repente caemos en la cuenta de que no queremos para nada ir a ver una película. Sólo queremos estar juntos. O lo contrario podría suceder también.

Podríamos encontrar que el sentimiento detrás del querer ir a ver una película es el miedo, porque queríamos evitar tener que pasar la noche hablando y estando junto a nuestra pareja. Vemos que los sentimientos que se han acumulado son desagradables. Estamos resentidos, de manera que dejamos de querer modificar ese sentimiento, y sólo lo dejamos estar ahí. Es aceptable tener ese resentimiento. A medida que entregamos nuestra resistencia a la sensación de resentimiento, nos sentimos menos culpables; admitimos ante nuestra pareja que hemos estado resentidos. El diálogo empieza a fluir, y los sentimientos de la otra persona también se aclaran.

Ambos nos sentimos aliviados y más próximos, y entonces decimos: "Al diablo con el cine. Nos quedaremos en casa, haciendo el amor, e iremos a dar un paseo bajo la luna."

Este enfoque es gratificante en la toma de decisiones. Cuando primero limpiamos los sentimientos subyacentes, las decisiones son más realistas y sabias. Piensa en cuántas veces hemos cambiado de opinión y lamentado decisiones del pasado. Eso se debe a que hubo un sentimiento no reconocido y no rechazado detrás de la decisión. Cuando la acción que se decidió adoptar fue tomada, los sentimientos subyacentes cambiaron.

Entonces, desde el punto de vista de la nueva área de sentimientos, la decisión resulta ser equivocada. Esto sucede con tal regularidad que la mayoría de las personas desarrollan un miedo a la toma de decisiones, debido a que resultaron ser errónea a menudo en el pasado.

Utilizar el mecanismo de la entrega para la resolución de problemas puede ser a menudo tan rápido como un rayo incluso con problemas largamente mantenidos. Para descubrir lo rápido que puede funcionar, probémoslo. Toma varios problemas largamente mantenidos y deja de buscar respuestas. Mira a ver que sentimiento subyacente es el que produjo la pregunta en primer lugar. Una vez que se deja ir ese sentimiento, la respuesta se presentará por si misma de forma automática.

Extraído del libro Dejar ir: el camino de la entrega del Dr. David Hawkins



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