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Blog del eBook El Maestro de la Realidad

jueves, 3 de agosto de 2017

SER, SIMULTÁNEAMENTE, UN INDIVIDUO Y UN ENTORNO




Una de las razones por las que a la mayoría de nosotros nos resulta tan extraña la idea de poder manifestar es porque se nos ha hecho creer que, como individuos, nos encontramos separados de nuestro entorno. Creemos que nuestro papel consiste en dominar el entorno en que nos encontramos. Armados con esta clase de lógica, despreciamos nuestra capacidad para percibir nuestra conexión con el entorno.

Debido a nuestro sentido de la desconexión, creemos que no tenernos el poder para atraer de nuestro entorno todo aquello que deseamos. En consecuencia, cuando logramos manifestar algo creemos que es una simple cuestión de suerte o casualidad. Una vez que cambiamos esta idea sobre nosotros mismos, activamos nuestra capacidad para manifestar y la vemos como una función de nuestra divinidad, antes que como una imposibilidad o un producto de la suerte o la coincidencia.

No eres un organismo en un entorno, sino un ambientorganismo

Este tercer principio de la manifestación se inicia con la comprensión de que es absolutamente imposible describirnos a nosotros mismos como seres separados de nuestro entorno. Voy a acuñar una nueva palabra, un neologismo, con el propósito de articular este principio. Durante el resto de este capítulo considérate como un ambientorganismo. Esta palabra significa que no existe la menor diferencia entre tú y tu entorno. Tú eres tu entorno y, lo que es más importante para los propósitos de este libro, tu entorno eres tú.

NUESTRA NATURALEZA COMO AMBIENTORGANISMO

Trata de pensar en el mundo que te rodea, en tu entorno, como si se tratara de una extensión de tu cuerpo.

Es decir, como si no estuvieras separado del mundo exterior que ves. En esta definición, resulta imposible describirse a uno mismo sin incluir todo aquello que le rodea. De hecho, ni siquiera es posible verse o escucharse a uno mismo como una entidad separada de su entorno.

Por ejemplo, imagínate caminando, tú solo. No puedes caminar sin describir también sobre qué caminas.

Sin la tierra o el suelo, sólo estarían tus piernas moviéndose y, naturalmente, eso no es caminar. Tu experiencia de caminar también incluye el aire que respiras mientras caminas, la gravedad que te impide flotar en el espacio, los guijarros, o la alfombra, ola arena o el cemento sobre los que caminas, y la composición de estos elementos.

Examina también, por ejemplo, la página que estás leyendo en este momento. ¿Qué es lo que ves? Tinta negra formando letras que forman a su vez las palabras que lees. Prueba a imaginar esas palabras sin la presencia del fondo sobre el que están impresas. La página en blanco sobre la que se han impreso las palabras no es la que recibe tu atención y, sin embargo, esta página que sostienes como una unidad del libro es la que crea un significado, en combinación con las unidades individuales de impresión llamadas palabras. El entorno en el que se encuentran esas palabras se halla inextricablemente (Que es muy intrincado y confuso y, por ello, difícil de resolver)  incluido en la página misma.

En esta analogía, tú eres las palabras y tu fondo es todo aquello sobre lo que tú estás impreso, por así decirlo. Es importante comprender este principio para poder convertirse en un manifestador. Del mismo modo que las estrellas del cielo serían imposibles de percibir sin el fondo de un cielo oscuro, tú tampoco podrías ver tu propio cuerpo, o el cuerpo de nadie, sin un fondo que estuviera en contraste con ese cuerpo, así te aplica este principio a ti.

No puedes pensar en ti mismo con independencia de tu entorno. Por eso te invito a que dejes de considerarte como un organismo independiente dentro de un entorno, y te veas más bien como una extensión de él. El resultado será que empezarás a ver que todo lo que hay a tu alrededor forma parte de ti mismo y viceversa.

Tu entorno no es algo que controles o que pueda controlarte. Es una extensión de ti, al igual que tú eres una extensión de él.

Se trata de un concepto singular, un tanto difícil de asimilar. Es imperativo, sin embargo, para comprender la premisa de este libro. Eres un organismo diferenciado y a la vez inseparable de tu entorno.

SER, SIMULTÁNEAMENTE, UN INDIVIDUO Y UN ENTORNO


Extraído del libro Construye tu destino de W. Dyer


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