" Cuando usted entra por la puerta del lugar donde trabaja ¿Cómo se siente? No qué es lo que piensa, sino ¿Cómo se siente? ¿Apático? ¿Miedoso? ¿Humillado? ¿Enojado? ¿Orgulloso? O por el contrario se siente contento, agradecido, inspirado, entusiasta, con ganas de colaborar, etc.
Si se siente como alguno de los últimos calificativos, le doy mi más sincera enhorabuena; usted está emitiendo en la vibración necesaria para crear esos momentos de forma sana y feliz.
Si por el contrario usted se ha visto reflejado en alguno o en varios de los primeros calificativos, es hora de ponerse manos a la obra para re sintonizar su mecanismo emisor con mejor “combustible” emocional; para que sus pensamientos, sus sentimientos, sus palabras y sus actos en el día a día se vayan transformando hacia un mejor estado.
Para empezar usted ya ha dado un primer paso muy importante que es el de detenerse por unos instantes a reflexionar sobre ello, incluso se ha identificado con uno o varios de los sentimientos sugeridos. Aunque no se lo parezca, es el inicio, un buen inicio para que usted recree sus días venideros de forma más acorde a lo que se merece, que no es otra cosa que sentirse bien consigo mismo.
Al igual que cuando usted contrata los servicios de un profesional para que le resuelva algún problema doméstico, legal o de salud, los procesos para “arreglar” su día a día son muy similares.
Lo habitual es que el primer paso sea que usted exponga según su criterio qué es lo que sucede. Por ejemplo, que un grifo gotea; que su vehículo ha sido abollado por otro; que le duele el estómago o hechos parecidos. En ocasiones, no nos limitamos a contar los hechos de forma objetiva sino que les añadimos matices subjetivos y otros adornos en los que creemos aportar mayor información, incluso justificación de lo sucedido.
También así definimos los temas relacionados con el trabajo. Por ejemplo: “mi trabajo es muy aburrido, porque no me dejan hacer otras tareas diferentes” “Tengo un compañero que no soporto porque se cree más listo que nadie” “Mi jefe me esclaviza pero eso sí, el no pisa la oficina” “Gano una miseria para el trabajo que hago” etc., etc.
El segundo paso consiste en un diagnóstico preliminar de lo acontecido y para ello, normalmente el profesional ha de desmontar piezas, revisar conexiones, consultar textos, hacer pruebas diagnósticas y tareas afines. Pues lo mismo es necesario realizar con usted mismo.
Para identificar la raíz de donde provienen todos esos sentimientos de malestar es necesario desmontar las piezas, centrarse en las causas no en los efectos. Averiguar qué situaciones vividas en el pasado produjeron una enorme carga emocional en su mente y que le han ido guiando y marcando su presente, así como su futuro de manera inconsciente.
Sí, estimado lector, es necesario bucear en la profundidad de sus recuerdos; de su vivencias; de su educación, para poder encontrar la clave o las claves de su resentir. Y digo bien, la palabra resentir que significa “volver a sentir”, en este caso con una capa negativa que lo envuelve y condiciona la creación de momentos en su día a día.
En este libro no vamos a tratar en detalle cada una de las posibles causas con las que usted se pueda identificar. Si acaso unas breves pinceladas que le den alguna pista para usted poder continuar con esa tarea de sanar las heridas que le acompañan sin usted saberlo, o si lo sabe sin querer reconocer sus efectos de forma consciente.
Los personajes tales como compañeros, jefes, clientes, proveedores, habituales en el entorno laboral, son atraídos por usted para enseñarle algo.
Siempre. Sin duda.
Si la relación es armoniosa, agradable y calificativos así, es porque usted refleja en ellos esas mismas cualidades. Si la relación es tensa, conflictiva, desesperante, el mecanismo funciona igual. Todas esas personas o situaciones son atraídas por usted y las usa como reflejo de lo que existe en su interior...."
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En este libro no vamos a tratar en detalle cada una de las posibles causas con las que usted se pueda identificar. Si acaso unas breves pinceladas que le den alguna pista para usted poder continuar con esa tarea de sanar las heridas que le acompañan sin usted saberlo, o si lo sabe sin querer reconocer sus efectos de forma consciente.
Los personajes tales como compañeros, jefes, clientes, proveedores, habituales en el entorno laboral, son atraídos por usted para enseñarle algo.
Siempre. Sin duda.
Si la relación es armoniosa, agradable y calificativos así, es porque usted refleja en ellos esas mismas cualidades. Si la relación es tensa, conflictiva, desesperante, el mecanismo funciona igual. Todas esas personas o situaciones son atraídas por usted y las usa como reflejo de lo que existe en su interior...."
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