¿Qué es la tentación, sino el deseo de tomar una decisión errónea con respecto a lo que quieres aprender, y obtener un resultado que no deseas?
El reconocimiento de que ése es un estado mental indeseable se convierte en el medio por el que se vuelve a examinar la elección, viéndose entonces que hay otro resultado más deseable.
Te engañas a ti mismo si crees que lo que quieres son desastres, desunión y dolor. No prestes oídos a esa llamada.
Escucha más bien la llamada subyacente, que te exhorta a que seas feliz y a que estés en paz. Y el mundo entero te brindará paz y felicidad. Pues a lo que oigas es a lo que responderás!
Y ¡oh, maravilla! Tu respuesta será la prueba de lo que has aprendido, y su resultado, el mundo que contemplarás.
Permanezcamos muy quedos por un instante y olvidémonos de todas las cosas que jamás hayamos aprendido, de todos los pensamientos que hayamos abrigado y de todas las ideas preconcebidas que tengamos acerca de lo que las cosas significan y de cuál es su propósito. Olvidémonos de nuestras propias ideas acerca del propósito del mundo, pues no lo sabemos. Dejemos que toda imagen que tengamos acerca de cualquier persona se desprenda de nuestras mentes y desaparezca.
No abrigues ningún juicio, ni seas consciente de ningún pensamiento, bueno o malo, que jamás haya cruzado tu mente con respecto a nadie.
Ahora no lo conoces. Pero eres libre de conocerlo, y de conocerlo bajo una nueva luz.
Ahora él renace para ti, y tú para él, sin el pasado que lo condenó a morir, y a ti junto con él.
Ahora él es tan libre para vivir como lo eres tú porque una vieja lección que se había aprendido ha desaparecido, dejando un sitio donde la verdad puede renacer.
UCDM
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