No eches esos ingredientes no deseados a tu tarta
Imagina que eres un chef en una cocina perfectamente surtida, que contiene todos los ingredientes imaginables. Digamos que tienes una idea muy precisa sobre la creación culinaria que deseas realizar, y que sabes cómo combinar esos ingredientes fácilmente asequibles para satisfacer tu deseo. Cuando te pones manos a la obra, compruebas que hay muchos ingredientes que no son adecuados para tu creación, de modo que no los utilizas, pero su presencia no te incomoda. Simplemente te limitas a utilizar los ingredientes que mejor se adaptan a tu creación y te abstienes de echar a tu tarta los ingredientes inadecuados.
Algunos ingredientes con los que cuenta esta cocina bien surtida armonizan con tu creación, y otros, no. Pero aunque el hecho de añadir algunos de esos ingredientes a tu creación estropearía tu tarta, no sientes la necesidad de destruirlos o eliminarlos de tu cocina, pues entiendes que no tienen por qué acabar en tu tarta a menos que tú los añadas. Y puesto que tienes muy claro qué ingredientes mejorarán tu creación y cuáles la estropearán, no te disgusta que exista una gran variedad de ingredientes.
Hay espacio suficiente para la gran diversidad de pensamientos y experiencias
Desde tu perspectiva No Física de la inmensa variedad de experiencias, creencias y deseos que existen entre las personas de tu mundo, no sientes la necesidad de omitir ni controlar algunas de ellas. Entiendes que en este Universo que se expande hay espacio suficiente para dar cabida a todo tipo de pensamientos y experiencias. Estás decidido a controlar creativa y deliberadamente tu experiencia vital y tus creaciones, pero no tienes la menor intención de controlar las creaciones de los demás.
Esta variedad lejos de preocuparte te estimuló, pues sabías que eras el creador de tu propia experiencia, y entendías que esa variedad te inspiraría a tomar determinados caminos y que el hecho de que otros eligieran otros caminos no significaba que estuvieran acertados o errados, ni que tú estuvieras acertado o errado. Entendías el valor de la diversidad.
Este es el proceso mediante el cual tu Universo se expande
Así pues, tus preferencias o deseos nacen a partir de la variedad o el contraste. Y a partir del momento en que tu preferencia comienza a existir, empieza a atraer hacia sí, en virtud de la Ley de Atracción, la esencia de aquello que coincide con ella, lo cual propicia una expansión inmediata.
Y cuando prestas atención a cómo te sientes y sigues optando por un sentimiento agradable con respecto a tu preferencia recién nacida, permaneces alineado con ella, y al aparecer ésta suave y fácilmente en tu experiencia, confirma que has creado tu deseo.
Pero, junto con esta manifestación física de tu deseo aparece una nueva perspectiva.
Así, las características vibratorias de ti y de todo lo referente a ti se modifican un tanto y pasas a nuevas circunstancias que contrastan entre sí, las cuales inspiran a su vez en ti circunstancias nuevas, y de ti emanan nuevos cohetes de deseo.
Y desde el momento en que existe este nuevo deseo, comienza a vibrar y a atraer otras cosas hacia sí, y a expandirse. De modo que ahora, mientras sigues prestando atención a cómo te sientes, y eliges pensamientos agradables sobre esta preferencia recién nacida, permaneces alineado con ella en sentido vibratorio. Así, fluye suave y fácilmente hacia tu experiencia, y con ello creas de nuevo tu deseo. Y alcanzas de nuevo un potente punto de claridad en el que te rodean otros factores que contrastan entre sí, que propiciarán otro cohete de deseo...
Extraído del libro Pide y se te dará de Esther y Jerry Hicks
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